Percy Jackson: The God of Magic

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No tenía nada que perder, así que en un último intento traté de preservar lo que vio como mi sentido de ser, había decidido fusionar mi alma con el poder de mi padre, y ahora… no sabía quién era. , recordaba ser Adam, pero no cómo se sintió.Los recuerdos del tiempo pasado, se sintieron como imágenes de una película, estaban allí pero se sintieron extraños, el amor que creo que sintió por Hestia se había ido, recordé el beso que le di, las risas que compartimos, pero... . nada de eso tenía ningún valor emocional para mí, de hecho ni siquiera sabía cómo describir los sentimientos que sentí minutos antes de dejar que este poder consumiera mi ser. ¿Quien era yo? ¿Había sido inútil mi sacrificio, seguía siendo Adam, o solo era alguien nuevo con sus recuerdos? Realmente no había forma de saber con certeza la respuesta a eso, pero una cosa estaba clara, Adam... el que todos sabían que estaba muerto. "Me impresionas, hijo", dijo Nyarlathotep, con un tono dichoso y lleno de intriga, "Ahora... ¿qué tal si comenzamos...?" Lo miré y pensé en mis opciones, ¿todavía quería rebelarme contra su voluntad? ¿Era ese un deseo exclusivo del Adán del pasado, o era algo innato a mi ser? y lo que es más importante, ¿tenía el poder de negarme? No, no lo hice, incluso con este poder que se sintió infinito, junto a él, yo era un cachorro, "¿Qué es lo que deseas?"
"¿Muchas cosas de ti? Prepárate para cuando te necesite", susurró Nyarlathotep en mis oídos. "Sé que todavía deseas la libertad, así que... haz lo que te pido... y luego serás libre de hacer tu deseas, hijo...."

Entonces supo que aunque yo era un monstruo deseaba estar fuera de su control, "Estaré esperando tu llamada"

Dicho esto, mi padre desapareció dejándome en el mundo de las tinieblas, el cual destruí con facilidad, "Patético de verdad", me reí, "Tanto esfuerzo para terminar haciendo lo que él quería... y ahora no Ni siquiera me importa..." mentiras, me importaba, me quemaba hasta la médula que tenía que obedecerlo, ya no era por Hestia, por la tierra... ni por nadie, la razón por la que hizo yo quería matarlo era... porque me tenía encadenado, como un perro. Pero qué otra opción tenía, aparte de la obediencia, qué podía hacer una hormiga ante un planeta, nada.

"¿Que se supone que haga?" Me pregunté mirando a mi alrededor, Nyarlathotep no me había dado más órdenes, "supongo que iré a la tierra", esto me serviría de prueba, para ver si seguía siendo el mismo Adam, o si era un ser diferente.

Sin nada más que hacer, usé mi poder para abrir un portal a la tierra e inmediatamente noté que mis recuerdos del planeta y cómo era eran diferentes. "Intrigante", dije, atravesando el portal, cambiando mi forma a una más humana.

"Adán", dijo una voz familiar, Odín, "Cuánto tiempo sin verte", girándose para mirar al viejo dios, quien noté que sostenía su lanza y estaba listo para pelear.

-Odín- dije mirándolo fijamente, con él recordaba haber sentido una sensación de amistad y duda, o al menos así lo recordaba, pero ahora… su presencia me es indiferente, no sentía nada por él, tal vez un poco de odio, si... odio, por todas las mentiras que me habia dicho, por no decirme que ese era el destino que me esperaba, odio... que si entiendo, odio a Odin, "Muere"

Sin pensarlo, lancé un ataque con la fuerza suficiente para eliminar al viejo dios, quien fue salvado por la interferencia de su hijo Thor en el último momento, "¡Adam, este no eres tú!" gritó Thor, que sostenía su martillo.

"¿No soy?" Lo miré con curiosidad, "¿Cómo sabes eso? Tal vez este siempre fui yo, y el Adam que conocías era una mentira, realmente no puedo decírtelo... pero lo que sí sé es que, este soy yo ahora". "Moviéndome a gran velocidad, aparecí frente a Thor, sorprendiéndolo, "Y tú estás en mi camino", con facilidad le arranqué la mano que sostenía su martillo, haciendo que el dios nórdico del trueno gritara de dolor.

"¡Maldita sea!" Gritó Odin, lanzando un hechizo de dos millones de círculos mágicos, con la intención de sellarme, "¡Lo siento, Adam!"

Mientras los círculos caían sobre mí, miré a Odín con curiosidad, y con absoluta facilidad me moví a través de su magia, rasgando cada uno de los círculos mágicos como si fueran papel, hasta quedar cara a cara con él, "¿Qué te arrepientes?" ¿Me mintió durante mucho tiempo? ¿Intentó sellarme? ¿O algo que aún no sé? Tengo curiosidad por saber..."