Mago Azul

Capítulo 3

De vuelta en la granja Milk entró rápidamente a su habitación y me ordenó que esperara afuera. Obedecí, sin chistar. Después de unos segundos note algo perturbador. Las gallinas que pasaban por ahí se quedaban mirándome con ojos hambrientos. Definitivamente me veían como comida, como un simple y delicioso bicho de 1.75 metros de altura.

Afortunadamente el grupo de gallina, que no hacía más que crecer, se disolvió rápidamente con la llegada de la granjera demonio. Esta se sentó a mi lado y me miró sería el intimidante. Se notaba que diría algo importante.

- No te rías, pero tengo una pequeña los
afición. Recolectó la información que veo de los animales que habitan está zona. No soy buena dibujando así que no critiques o te golpeó.- dijo algo colorada mientras abría su libro. Era un manuscrito forrado de cuero, tenía al menos 200 o 300 hojas, la mayoría escritas y garabateadas. En él se plasmaba todo acerca de los habitantes vivos del área cercana. Se notaba que había dedicado tiempo a investigar a los animales y plantas del lugar.
- Ya veo...- entonces note que los dibujos no eran nada malos, pero no dije nada para evitar malentendidos.- muy bueno e interesante este diario de campo que has hecho pero ¿para qué me serviría ahora mismo? Si recibo una mordida de algo más grande que un perro pequeño estaré muerto.
- Lo se pero si te das cuenta hay animales y monstruos más pequeños que una ardilla. Es un buen comienzo para ti y tu debilidad florecita.
- Es verdad...-me dediqué a analizar el contenido del libro. Era un bestiario en toda regla. Entonces note algo.- ¿espera todo esto es verdad?¿Esta araña puede matar a aves con el doble de su tamaño?
- Pues si, fui testigos de su poder en persona. Realmente no entiendo mucho como hacen para ser tan peligrosas. Por eso todavía tengo partes en blanco. Tengo esperanza de completarlo.
- Hagamos un trato. Yo te ayudo a completarlo y tú me ayudas prestandomelo.- dije con una pequeña sonrisa de esperanza. Ya tenía un pequeño plan en mente.
- Hecho florecita!- dijo estrechando mi mano con "fuerza". Pequeñas lágrimas salieron en mis ojos pero no me quejé-
- No me llames así.- sonreí entre dolor y enojo. Solo esperando a que tuviera la fuerza suficiente para enseñarle su lugar a Milk.

Pase el resto del día y la noche hojeando aquel cuaderno de campo. Aprendí toda la información útil para el futuro mientras trazaba lentamente mi plan para fortalecerme. Aunque estuvo algo complicado pensar en paz, Milk no dejaba de molestarme con cosas insignificantes como trabajar en la granja, cargar cosas y pagar la deuda. Estaba muy centrado en aprender y aprender bien.

Cerré el libro y suspiré algo cansado. El sol, que entraba por la ventana, quemaba mis ojos. Entonces rápidamente me levanté de mi cama,hecha de un bulto de paja, y abrí la puerta del establo para ver el sol en el horizonte. Me fui a lavar de inmediato. Supuse que debía bañarme antes de que terminara de oscurecer. Tomando una cubeta de agua, salí del granero, fui al patio justo donde había un espejo rústico de metal. Me arrojé agua mientras frotaba cuerpo con un jabón que había allí.

Mientras limpiaba mi cuerpo mi mirada se desvió al espejo. No recordaba como me veía, así que me acerque sin dejar de frotar mi cuerpo.

- Joder¡Qué feo!- solté con una mueca.

Mi largo pelo castaño estaba totalmente despeinado parecía que no había usado un peine en meses. Tenía el rostro cansado con ojeras oscuras bajo mis ojos café claro. Mi cuerpo estaba delgado sin ningún músculo voluminoso. Mi postura estaba algo encorvada, definitivamente había trabajado muy duro ese día porque estaba cansado. Estaba deseoso de ir a dormí por fin.

Arrojé el resto del agua de la cubeta sobre mi para luego secarme con una toalla que había allí. Sonreí ya que ese baño se había sentido bien. Volví a colocarme la ropa y cuando me volteé un escalofrío cruzó mi espalda. Inconsientemente me cubrí mi intimidad aunque estuviera ya con ropa. Allí estaba la dueña de la granja y con cara nada alegre.