• C A P Í T U L O 3 •

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En contra de su voluntad y después de una pelea que duró un par de horas, había accedido a que Jungkook lo ayudara con el rescate del señor Jeon, o, mejor dicho, el menor no se le había despegado prácticamente para nada, literalmente

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En contra de su voluntad y después de una pelea que duró un par de horas, había accedido a que Jungkook lo ayudara con el rescate del señor Jeon, o, mejor dicho, el menor no se le había despegado prácticamente para nada, literalmente.

Después de la cena, Jungkook había montado una cama en el suelo de la habitación de Taehyung. No le preocupaba que huyera y no lo creía capaz. Lo que no quería es que ese sujeto actuara por su propia cuenta y no lo dejara ayudarlo con el rescate de su padre. "Tengo el sueño ligero" le había advertido. Taehyung rodó los ojos, se acostó en la cama y durmió durante toda la noche sin despertar para nada y sin moverse de su posición.

Cuando despertó, se llevó la sorpresa de su vida al ver a Jungkook esperando por él completamente aseado y con una vestimenta completamente diferente a como lo había visto ayer. Pero, por nada del mundo iba a demostrar su asombro, así que siguió mostrando su imperturbable rostro.

— ¿Qué significa tu ropa? — preguntó Taehyung en lugar de dar los buenos días.

— Es lo más acorde que encontré para empezar a trabajar.

Taehyung aun acostado en la cama lo observó de arriba abajo. Jungkook parecía... parecía... no tenía idea de lo que intentaba demostrar ese joven, pero se veía... encantador, tenía que reconocerlo. Aunque sabía que "encantador" no era la palabra que lo describía.

Jungkook usaba un pantalón de cuero color negro ajustado a sus largas y torneadas piernas, adornado en la parte superior por un cinto del mismo color y en la hebilla brillaban las letras JK en color plateado. Su camisa roja de seda era cubierta por una chaqueta de cuero del mismo color de sus pantalones, sus botas parecían las de un militar y en una de sus manos usaba un guante que dejaba al descubierto sus largos y finos dedos. Usaba un collar negro y su cabello lo había peinado de forma rebelde. Ese atuendo no tenía nada que ver con el jovencito que había conocido apenas dos días atrás. Con esa ropa parecía un chico listo para salir de fiesta completamente dispuesto a conseguir una cita.

— ¿Y en qué trabajas? ¿En un antro de mala muerte? — preguntó Taehyung quitándose la sábana de encima y dejando al descubierto su torneado cuerpo cubierto solo por un bóxer color rojo. Jungkook se dio la vuelta para no ver a ese hombre.

— Yo en realidad tengo mi propio negocio — afirmó Jungkook ignorando el comentario hiriente de Taehyung.

— ¿Y qué tipo de negocio tienes que te hace vestir de esa manera tan... peculiar? — la voz del mayor, aunque adormilada seguía siendo seria. Parecía enojado, a pesar de que no lo estaba.

— No me visto así para ir a trabajar — se quejó el menor — así voy a ir contigo, aunque te niegues mil veces, voy a ir.

— ¿Y con eso quieres aparentar ser un chico malo?

— ¿Algo así? — respondió Jungkook con algo de duda.

Asesino a sueldo || VKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora