• C A P Í T U L O 6 •

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En el tambor del revólver Nagant M1895 solo quedaban dos disparos, indiscutiblemente uno de esos tiros era el tiro de gracia, el tiro que acabaría con uno de ellos y justo era el turno de Hoseok para apretar el gatillo

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En el tambor del revólver Nagant M1895 solo quedaban dos disparos, indiscutiblemente uno de esos tiros era el tiro de gracia, el tiro que acabaría con uno de ellos y justo era el turno de Hoseok para apretar el gatillo.

Jackson se divertía con la situación, Jimin permanecía con los ojos cerrados y las manos en sus oídos, no quería ver y con cada turno se sentía más angustiado y afligido. Él no estaba acostumbrado a la violencia, su madre y él nunca vivieron en esa casa por lo que se había derrumbado en cuanto Hoseok y Taehyung empezaron con el mortal juego. Jungkook no dejaba de llorar, se sentía tan impotente tirado en el suelo sin poder mover del todo su cuerpo y con el cañón de un arma apuntando su nuca, esos dos tiros definían todo y por nada del mundo quería que a Taehyung le tocara el tiro de gracia. La droga que le habían suministrado vía intravenosa aún estaba muy presente en su cuerpo, quería poder moverse y ayudar a Taehyung, pero ahora solo era un costal de huesos sin movilidad.

— Cambiaré las acciones a tu nombre — gritó de pronto Jungkook entre sollozos — pondré la empresa a tu nombre, pero déjanos ir, a mi padre a Taehyung y a mí — sabía que a Jimin no le harían nada por eso no tenía que pedir por él — déjanos en paz Hoseok — pidió con rabia.

— Independientemente de este juego pondrás las industrias Jeon a mi nombre Jungkook — respondió Hoseok — no es la primera vez que juego ruleta rusa y si sigo aquí es porque siempre he ganado.

El corazón de Jungkook dio un vuelco al escuchar aquellas palabras. Taehyung no podía perder porque significaría perderlo y no quería. Él quería a Taehyung, quería estar con él. Le gustaba, le atraía, sentía cariño... amor por él, se había enamorado de un chico malo, de un bandido malhumorado, impaciente, controlador, arisco y refunfuñón. Pero que en el fondo era un buen chico. Lo sabía, Taehyung no era malo, lo habían obligado a llevar una vida así y él estaba dispuesto a ayudarlo a sanar su corazón.

— Es mi turno — anunció Hoseok con una peculiar sonrisa en el rostro — se supone que en este punto debemos decir nuestra última voluntad por si acaso nos toca la "suerte" de encontrar la bala.

— Hazlo rápido — dijo Taehyung.

— Alguien quiere morir muy pronto — sonrió en son de burla — pero está bien, me daré prisa. Mi último deseo es que te pudras en el infierno Kim Taehyung porque siempre lo tuviste todo y aun así despreciaste todo y a todos, tú no te merecías nada de eso, y ahora me encargaré de que recibas lo que verdaderamente mereces — Hoseok giró el tambor del revolver levantó el arma, pero en un rápido movimiento apuntó a Taehyung y disparó.

El escandaloso eco del arma de escuchó por todo el salón. El olor a pólvora contaminó de inmediato el ambiente del lugar y el camino de la bala terminó justo en la clavícula derecha de Kim Taehyung, el objetivo era otro, quizás el corazón o la cara, eso solo lo sabía Hoseok. Sin embargo, había logrado herir gravemente al chico que había odiado durante toda su vida.

Asesino a sueldo || VKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora