- F I N A L -

12.9K 836 3.2K
                                    

☁️

📍 Aclaración: La pena de secuestro extorsivo es diferente en cada país, y suele ser más larga, se que no quiero perder el realismo de esta novela pero hice algunos cambios en cuanto a lo judicial, investigué un poco y me informé, pero bueno, necesitaba aclararlo. Entiendan que esto es ficción, así que si hay errores o cosas que no son tal cual a la ley en la realidad, sepan que lo cambie yo intencionalmente para poder darle un final un poco más estable. Aunque igualmente ningún país debe fiarse de las leyes ya que es clásico que la justicia hace lo que quiere, en todos los sentidos así que ya tengo un punto a favor, y esa si es una realidad 😂. En fin ahora sí, disfruten el último capítulo.

⁽⁽ Adiós ⁾⁾

[ Pov's _________ ]


Habían pasado unas cuatro semanas exactamente. Hace cuatro semanas no veía a Tom, ni a nadie. Hace cuatro semanas que venía haciendo un tratamiento psicológico, en dónde debía contar cosas de mi vida para entender el por qué de mis "traumas" o bueno, lo que los demás piensan que son traumas.

En estás cuatro semanas logré comprender muchas cosas que quizás antes, no las pensaba de esa manera. Definitivamente tuve un leve Síndrome de Estocolmo, el intentar justificar sus acciones y ponerme en contra de gente que realmente me quiso ayudar fueron algunos síntomas. Pero cuando digo de "leve" hablo de que no fue temporal, porque sigo pensando en Tom. No lo odio, pero tampoco justifico lo que hizo. Ya no. Comprendí que estuvieron mal, comprendí el delito y la gravedad de este. Pero no lo odio.

Sigo teniendole cariño, aquel cariño que le tuve cuando aún no estaba secuestrada, cuando conversábamos todos los días por mensaje. Por qué sí, me enamoré de él mucho antes del secuestro y por eso me decepcionó tanto aquellos primeros días.

Se que el me quiso, y yo lo quise a él. Pero lo hicimos mal. Y pienso en eso todos los días, ¿Que hubiese sucedido si nos hubiésemos conocido de otra forma? Quizás ahora estaría abrazada a él diciéndole cuánto lo amo. Pero no. Yo estoy alejada de él y él está en la cárcel cumpliendo una condena.

No cambie de opinión ni por un segundo. Voy a recordarlo siempre de la mejor manera.

De tanto estar encerrada toda mi vida, ahora me la paso sola al aire libre, yendo a plazas y lugares abiertos. Aprendí a convivir con mi soledad y amarla. Después de todo, solo nos tenemos a nosotros mismos. Pero lamentablemente no siempre te enseñan eso. Yo tuve que aprenderlo a la fuerza, porque no tengo otra opción.

Mientras me columpiaba lentamente observando a unos niños jugar con sus padres, siento el ruido de unos pasos caminando por el pequeño camino de piedras que tenía cerca. Y para mí sorpresa, cuando volteo y subo la mirada, era ella.

Emily: Hola..

— Hola —Respondí algo sorprendida—

Emily: Es extraña la sensación de verte luego de un tiempo, me costó un poco encontrarte —Sonríe—

— ¿Extraña?

Emily: Extraña en el buen sentido. Me da felicidad —Agache mi cabeza con una semi sonrisa en mi rostro— Se que me odias, y que lo que menos quieres es verme. Pero tengo algo para tí —Emily quita su mochila de la espalda, inclinándose a mi altura, abriendo el cierre y mostrándome el dinero que tenía dentro de ella— Esto.. te pertenece

— ¿Que es esto, Emily? —Pregunte mirándola confundida—

Emily: Es el dinero de tu secuestro, lo que tus padres pagaron. —Explica— Fui a visitar a Tom hace un mes, me pidió que entre a su casa y saque todo el dinero, que es tuyo, y que te lo entregue. Tarde en dártelo porque, no era fácil entrar con sus padres allí, muchas veces cerraban las ventanas con seguro —Sonríe— Debía ser sigilosa pero lo conseguí

Solo mía | 𝓣𝓸𝓶 𝓗𝓸𝓵𝓵𝓪𝓷𝓭  | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora