Eran las 10:00 de la mañana, Richter se encontraba tomando su cotidiana taza de café como lo hacia siempre.
Su vista parecía perdida, ¿quién podría adivinar lo que la chica estaba pensando?, en realidad ni sus conocidos y amigos tenían una idea clara.
Lo más que sabían de ella era su alta determinación por la justicia y que de vez en cuando podía ser un amor, pero, nadie intentaba tener una conversación sólida con ella.
Excepto por el detective.
Aquél chico, nervioso y tratando de evitar las miradas se acercó con amabilidad a donde estaba _____, era algo sorprendente ver a la oficial permitir que alguien más se le acercará en la mañana.
Era igual que siempre, ambos tenían una pequeña charla para romper el hielo, bebían café y lo más importante, hablaban del sitió donde podían estar los criminales.
Saihara quizás tenia el mismo sentimiento de justicia que la alemana, o quizás solo trataba de impresionarla por que vamos, lo misteriosa que era la hacia ver más atrayente.
No fue mucho tiempo para que descubrieran el paradero de dos delincuentes; Mondo Owada y Korekiyo Shinguji, ¿qué era lo importante aquí?
Si los dos lograban localizar a Shinguji, este tendría conocimientos y les diría lo que sabia de la D.I.C.E.
La D.I.C.E... la agencia de la que tanto estaba investigando Richter, sentía que era uno de los problemas que más necesitaba limpiar en la ciudad.
Por la incredulidad de los agentes, nunca se dieron cuenta de que cada vez esta se volvía mas grande y ocupaba mas territorio.
No tenía ni idea de quién podría estar detrás de la misma, más allá del particular seudónimo del líder, "Mr. Liar".
Con el, la taza de crimen en la ciudad aumentó desde hace años, parecía casi como si fuera la yakuza.
De no haber sido por Saihara, la alemana hubiera imaginado un escenario donde atraparía a ese idiota, pero no.
El detective puso su mano sobre la de la oficial, con una nerviosa sonrisa y sus mejillas ruborizadas, la oficial pudo suspirar tranquila luego de agitarse.
- Se que te causa molestia que el tal "Mr. Liar" siga allá afuera, pero desgastarte tanto mentalmente por él te puede traer más mal que bien, o-oficial.
La voz suave del detective calmó a Richter, devolvió la sonrisa tomando el último trago a su taza, hasta que entonces entró estrepitosamente un ladrillo a la oficina, rompiendo casi por completo el vidrio de las ventanas.
Para que el objeto no los dañara, Saihara y Richter se cubrieron bajo la mesa, cosa que dificultó ver a quien había tirado el ladrillo, por suerte habían salido ilesos de la agresión.
Luego de asegurarse de estar bien, la alemana levanto aquella pieza, la cuál llevaba consigo un mensaje escrito en la nota, la letra era algo difícil de leer y estaba escrito con la misma tinta que hacía reconocible a D.I.C.E, el morado.
"Oh, oficial Richter, no
Crea que arrestar a
Korekiyo va a ser tarea
Sencilla, ya esta avisado
Por lo cuál ya debería
Estar escapando del
País. "-Atte: Su futuro esposo:
Mr. Liar. :bAunque la muchacha se había ruborizado por lo último, fue lo principal lo que la llevó a empezar a correr mientras agarraba de la mano al detective, sin nada de por medio se metieron a una de las patrullas mientras llamaba al refuerzo de la agencia, ella iría al aeropuerto mas alejado mientras que los demás al principal y al que quedaba mas cerca.
Aún se notaba el color rojo en su rostro, quizás por la adrenalina por la que estaba pasando o por lo último, parecía que el líder intentaba coquetear con ella.
Una cosa era segura; no debía tomar a juego lo que Mr. Liar le dijerá, en muchos casos hasta los mismos criminales son los que ayudan a la justicia a acabar con sus mismos delitos.
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#002 ; 🍇 MR. LIAR - KOKICHI OUMA 💭
FanfictionEl peli-morado tomó por la barbilla a la fémina, se perdían en sus propias vistas, era completamente cautivador. - ¿Piensas arrestarme ahora, cariño? Dijo en un tono coqueto, encontrando el punto más débil de esa oficial.