Capítulo 5.

930 60 3
                                    

Cuando subí del sótano, me encontré a Spencer y a Morgan hablando con una de las mujeres embarazadas.

-Hola chicos, disculpe señora, pero se requiere la ayuda de estos agentes en el sótano.- dije un poco cohibida.

-No pasa nada niña.- ¿niña? ¿Cómo que niña?

Spencer y Morgan se empezaron a reír. Les miré con mala cara y me fui hacia el sótano. Ellos me seguían, pero en cuanto entraron en el sótano se quedaron de piedra.

-¿Y todos estos bebes?-preguntaba Morgan mientras miraba las etiquetas de las cunas.- Aquí viene el nombre se su madre.-dijo señalando el reverso de la etiqueta.

-Lo se. He avisado a los servicios sociales, vendrán enseguida, pero hasta entonces necesito que me ayudéis con los niños.

Morgan parecía un padre de verdad, cuando lloraba un bebe corría para acunarle o darle el biberón. Sin embargo, Spencer apenas se había acercado a mirarlos. Estaba al lado de una niña dormida.

-¿Qué pasa Spencer?-le pregunte al oído.

-Nada, solo que ver a tantos bebes me agobia un poco, nada mas.-estaba sudando. Por el amor de Dios, son solo bebes.

Pocos minutos después vinieron los agentes de los servicios sociales y se llevaron a los bebes.

Salimos de aquella casa y nos metimos en el coche en el que estaba mi tío.

-Buen trabajo chicos.-nos dijo con una mirada seria, pero llena de orgullo. El camino se hizo muy ameno escuchando historias de Morgan.

Cuando llegamos al edificio cada uno se va por su lado. Yo me fui con mi tío. Me dejo en mi casa y se fue.

Estaba agotada, no podía casi con mi cuerpo. Me puse el pijama y me eché a dormir.

Al día siguiente había planeado con García ir de compras. Era nuestro día libre ya que no había casos pendientes y necesitaba ropa nueva.

-Hola preciosa.-me dijo con un gran abrazo.- ¿Todavía en pijama? Iré a llamar a Spencer.

-¿Spencer? ¿Va a venir?-pregunté elevando una ceja.

-Claro bonita, ¿crees que no se que te mola? A mi no me engañas Alba.-se fue a por Spencer. ¿Cómo sabia que sentía algo por Spencer? Apenas llevábamos dos días y ya se me notaba tanto...

-Hola.-me dijo Spencer tímido. Me miro de arriba a abajo y mis mejillas pasaron de un rosa claro a un rojo ardiente. Tenía puesto el clásico pijama de ositos, solo que este era mas... ¿Cómo decirlo? Provocativo.

-Pasad, enseguida me cambio.-dije corriendo a mi cuarto. En el poco tiempo que García había ido a por Spencer, había decidido qué me iba a poner. (http://40.media.tumblr.com/ba21e1d3d0b5b3509e1ceaf31a062345/tumblr_n41txzVLu51rcojg9o3_400.jpg)

Salí de mi cuarto y García estaba inspeccionando todo el salón y Spencer mirando mi estantería de libros.

-Cuando queráis nos vamos, o podéis seguir mirando mi casa, si lo preferís.

García se asustó y pegó un chillido muy gracioso, pero Spencer ni se había inmutado. Ahora me estaba mirando y era él el que estaba rojo.

-Chica que guapa vas, no se para qué quieres ropa nueva.-me decía García dándome una vuelta completa. 

-Esta no es ropa para ir al trabajo. ¿Viste lo que llevaba ayer? Es lo mas formal que tengo en mi armario.- Spencer abrió la boca en forma de O. Me hizo mucha gracia su expresión.- Bueno, ¿nos vamos?

El llanto de un alma. (Spencer Reid y tú.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora