No quiero morir siendo tu amigo (Fanfic/BL/SK8/Renga)

◊◊◊◊•Capitulo 4-Flashback•◊◊◊◊

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『Al día siguiente, en que el Alfa le robó un beso al Beta, no se pudieron ver por una semana, algo sucedió en ambos lados que los mantuvieron ocupados de salir de sus hogares. A Hasegawa le había llegado el celo y esos tres días las pasó muy mal, teniendo la mente invadida de la hermosa sonrisa del otro chico, le dolió no haber podido verlo o tenerle consigo por toda la semana entera ya que cuando su periodo acabó e intentó reencontrarse con Kyan, nunca vió que llegara. Sentía culpa, pensaba en lo que le había hecho a su amigo, dejarle un beso, habría derrumbado todo aquel bonito mundo de nombre ❛Renga❜ que sería representativo de su lazo de amistad, nunca lo vió por los siguientes cuatro días que una actitud gris y depresiva se había adueñado de sus horas. Hasta que, en ese pequeño negocio de tablas, se encontró al pelirrojo una vez más, pensaba que lo iba a evitar pero la cosa no pasó así. Notó una media Luna como sonrisa por parte del contrario dejando enormemente conmovido a su corazoncito que había permanecido helado los últimos días, gritó de emoción "¡Reki!" A la vez que éste último se abalanzó encima suyo dejando una bonita escena de reencuentro para los dos.

Toda la semana en que Kyan no vió a su amistad favorita, lo mantuvo bien mal, se sentía en el completo abandono ¿Porqué? ¿Porqué después de esa muestra de afecto por parte del extranjero se terminó enfermando? Quería tomar el siguiente día como el momento perfecto para poder expulsar todas las emociones y todo lo que pensaba por él, pero no fue así. Le dió temperatura muy alta que su madre tuvo que estar muy al pendiente, sufría más al ver cómo sus hermanitas yacían preocupadas por él, cuando solo podía agonizar de calor y dolor en su cama. Lo odiaba, no sabía porque de repente le pasaba esto, un sentimiento grande de soledad lo tenía en la mira, se daba cuenta que lo único que llenaba sus días de alegría y emoción eran gracias a su mejor amigo, ha visto como últimamente no se ha querido despegar de su lado y como empezó a dar muestras de cariño físicamente, era raro ya que no era común que hiciera ese tipo de cosas, no se quejaba, más bien, le agradaba. En las noches antes de poder dormir en sus pensamientos nocturnos lo veía a él, como si estuviera esperándolo. ¿Esperándolo de que? Andaba muy necesitado de atención cada vez más en lo que serían siete días de sufrimiento, en una de esas noches se quebró, algunas conclusiones y pensamientos habían chocado con él aquella noche que lo mantuvieron en un mar de llanto con lágrimas, abrazaba muy firme su almohada mientras sollozaba de soledad y dolor, cada vez su llanto iba incrementando pero no buscaba llamar la atención de sus parientes por lo que mordía con rabia la tela de su almohada. Estaba en posición fetal lleno de sudor y lágrimas en su rostro, una voz quería escaparse de su garganta, un grito de auxilio, sentía el hormiguear en todo su cuerpo, no lo soportaba más, no podía más "¿Porqué?
¿porqueporqueporqueporque?" Repetía constantemente su cerebro, hasta que entonces, todo se volvió completa oscuridad y silencio.

"Estoy contigo, quieras o no
                     Reki"

La imagen de un chico de suaves y celestosos cabellos, con una piel de Blancanieves y unos ojos del color del mar, apareció en sus pensamientos mostrando una cálida y gentil sonrisa para él, solo para él y para nadie más.

— Langa...—Susurró el bello joven— ¿Porqué me gustas tanto?... —Sollozó—

El día en que se despertó y se levantó de la cama, se sentía como nuevo, su fiebre había desaparecido. "¡Ésto era algo que celebrar!" Pasaba por su mente, salió de su casa apresurado junto su tabla de skate, la aventó al suelo y seguidamente la montó, esa sonrisa en su cara le hacía competencia al Sol.
Con muchas ansias cuando llegó a su lugar de trabajo, repentinamente se frustró al no ver a su querido acompañante, se había preocupado, ya que, no lo había visto por una semana. No, no se habían visto por una semana, los dos, aquí era un empate, ¿Cómo habrá reaccionado el ojiazul cuando notó la falta de su presencia? Una semana talvez no era nada pero para sí, se le hizo eterno.
Fue a acomodar unas cajas que le habían puesto de tarea, se sentía muy presionado y demasiado ansioso que hasta se le había olvidado sobre ese besito que se le fue concedido por el Canadiense.

— ¿¡QUÉ!? ¿¡MI PRIMER BESO FUE CON--!? —Exclamaba no tan bajo que digamos, estaba algo alterado pero demasiado ruborizado ¿Porque no se había dado cuenta?

Un sentimiento de vergüenza, era lo que estaba sintiendo, él mismo se hizo bolita en el suelo llamando la atención de su jefe "¿Que era lo que lo tenía así?" Pensaba aquel señor adulto. Éste hombre era un Beta común y corriente, de toda la vida, cuando supo que un joven Alfa quería trabajar justo en ese lugar, se había quedado dudoso sobre éso. ❴Pero mira, actualmente ya han pasado casi tres años desde que aquel chico llegó para quedarse en su negocio, va, que un Alfa no estaba obligado a seguir los estereotipos que la sociedad habían manchado sobre la jerarquía.❵ Éste Beta adulto miraba el comportar del joven pelirrojo, estaba más que obvio que se encontraba nervioso ¿Era por el otro chico? Quizás, ahora que lo recordaba, ya hacía una semana que el otro Beta había faltado a trabajar, claramente esto surtió un efecto negativo en el otro joven según lo que sus ojos juzgaban.

Por la entrada pasó un chico alto y apuesto con una mirada perdida, buscaba algo ¿Que sería? El adulto le dió los buenos días y también la bienvenida, el otro joven no se encontraba cerca, o eso creyó cuando atacó al recién llegado con un abrazo. En cuestión de segundos, lo que parecían dos chicos desmotivados, habían hecho una escena sobrecargada de alegría y felicidad pura ¿Que no tenían inseguridad de que iba a ser lo que dijeran entre si? Pues no vió que les importara a aquellos tortolos, al igual que la gente que los rodeaba a ellos, él también sabía que lo suyo era más que una amistad sincera.』

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Notas:

Nadamás un flashback cortito, sí, ésto es el Capítulo cuatro.