No quiero morir siendo tu amigo (Fanfic/BL/SK8/Renga)

◊◊◊◊•Capitulo 2•◊◊◊◊

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Eran las 8:00 PM y las tres personas del comedor habían acabado de cenar, la más mayor agradeció a los chicos por tan buena comida y cena que prepararon ellos dos en la cocina, la idea la tuvo el pelirrojo como muestra de agradecimiento por dejarle pasar algunos días con su amigo en casa. Respecto a la madre del muchacho alegre, ya había recibido la notificación de que éste se iba a quedar un tiempo en la casa de su compañero, no se opuso ante nada y solo le dijo un "Cuídate mucho, y también cuídalo a él", esto porque ya le habían contado sobre su condición física.

"Ojalá encuentre las respuestas a sus dudas" deseaba la señora Kyan para su hijo.

Ambos hombres reían y decían estupideces mientras pasaban por el pasillo a la habitación del más alto, la razón era que el del pie lastimado se quejaba cada que quería pisar el suelo y el otro no le dejaba para después burlarse de él, obviamente a la ligera, jamás tendría la intención de lastimarlo tanto física como emocionalmente.  Una vez entraron a la habitación, Reki guío a Langa a su cama, después de eso tuvo la chance de inspeccionar más el cuarto de su querido amigo; por otro lado, el chico lesionado se empezó a quitar la ropa que era un "poquitito" costosa, busco en su ropero dos cambios de ropa, una para el y otra para el visitante.

— Reki, toma —Ofreció unas pijamas ligeras y suaves al contrario.— Ya que viniste con nada, te prestaré esto por ahora.—

El pelirrojo volteó a verlo, ya que anteriormente solo estaba husmeando en todo su cuarto.—Ah, muchas gracias Langa-—Se interrumpió él solo al ver al otro en bóxers,¿De que se iba a quejar? A veces él mismo dormía así como un desgraciado en su propia casa, a pesar de que ni sería la primera vez que lo viera al descubierto ¿Porque entró en pánico?.

Ojos azules sin preocupación alguna se puso su cambio de ropa enfrente del otro chico, cuando terminó llegó cojeando a su cama y sentado en la orilla, se rascaba el cabello con los ojos cerrados soltando un diminuto suspiro "¿Me... está esperando? Dudó Reki.
Apresurado se quitó su ropa a lo desgraciado para ponerse la que le prestó su amigo, este último al verlo se asustó pero al analizarlo bien se dispuso a reír a más no poder. El pelirrojo se había ruborizado por las risas del otro pero una vez que terminó su lucha, se aproximó a este y se sentó al lado suyo con una expresión de enojo.

—¿Qué ocurre?— Cesó sus risas y preguntó extrañado.

— Nada, es solo que.. ¿En serio no te molesta que esté aquí?—Puso una cara de preocupado observando fijamente a sus orbes azulados.

—¿Eh? Para nada, no creo que lo de mi pie sea algo muy grave pero, me gusta que estés conmigo. —Dijo en tono amable.

Para el pelirrojo se le empezaba a hacer muy lindo o adorable que le dijera ese tipo de cosas, cada vez que lo escuchaba decir eso sentía como una presión extraña en su pecho y como sus extremidades se sentían ligeras, pero para el contrario, esto lo volvía algo inseguro ya que solo mostraba pruebas de lo tan egoísta que es, esto es por el simple motivo de que en las noches se había puesto a pensar, ¿Con qué tipo de persona se terminará casando su amigo? ¿Lo olvidará? El ya no lo soportaba, no quería terminar alejándose de él por culpa del exterior, solo lo quería a él para el..y él sabía que estaba mal, ya que, pues ¿Quien es el para decidir eso? Regresando al Beta, el se veía implicado en muchas críticas de personas ajenas sobre que no debería de estar con su amigo, porque si pensaba algo más que amistad, estaría acabado, en una relación sin futuro ni frutos y que eso se lo debería de dejar a los omegas, pero tenía mucho miedo de dejarlo ir, no quería pensar en que tipo de persona se podría encontrar en el altar, solo quería estar con él y ya, aunque ha sido perfecto para disimular sobre lo que siente, ha demostrado por acciones lo que de verdad siente.