No quiero morir siendo tu amigo (Fanfic/BL/SK8/Renga)

◊◊◊◊•Capitulo 6•◊◊◊◊

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Acompañaba el Sol una refrescante mañana de cielo claro y celestoso, un individuo se encontraba adueñado de dicha cama ajena que se había convertido en un completo revoltijo.
Un muchacho al desnudo con solo su camiseta, yacía tumbado y casi roncando como viejo cincuentón después de una noche de alcohol. Su mejor amiga, la ventana, tenía unas cortinas muy bonitas en ella, pero, eso no evitaba que los rayos del amanecer cayeran en su rostro, el chico ya estaba semi-despierto por culpa de esto que terminó girando al lado contrario de esa luz. O eso quería, cuando un calambre por los adentros de su abdomen lo hicieron despertar por completo y quejarse al respecto.

— ¡Au! ¡Auauau! —Con una sonrisa pero una cara de sufrimiento, derramó una lagrimita y se tocó por sus caderas.— ¡¿Que no hay mañana dónde me levante sin dolor?! —

Volteó enojado a sus espaldas, pero pronto se tranquilizó un poco al ver que estaba solo en la cama ¿Dónde estaba el otro chico? Se arrastró hasta la orilla del colchón y con extrema cautela se fue acomodando a una pose de estar sentado, mientras guiñaba un ojo del dolor. Una vez sus pies tocaron el suelo, dejó salir un suspiro de alivio y después se paró, necesitaba...
...
...
¿Y sus bóxers?
"QUE" quedó en shock y se desparramó por el suelo ya que no pudo soportar el dolor que mandó a sus piernas pequeños temblores, necesitaba un cambio de ropa y rápido, alguien podría entrar y verlo así. Sería una pesadilla que eso ocurriera.
El pelirrojo terminó por sentarse en el suelo con su cabeza totalmente vacía, no sabía que hacer ahí sin hacer nada. "Hmm... No creo que Langa se enoje si tomo prestada su ropa..." Supuso con un rostro pensativo, se acercó a un ropero en dónde vergonzosamente, vió la ropa interior del peliceleste acomodada de manera decente, no pudo evitar sonrojarse al imaginar él mismo usando sus bóxers. Giró sus ojos como si no quisiera darle importancia, hasta que, como si fuera un ladrón, tomó uno y lo examinó cuál espécimen nuevo en laboratorio. Observaba extrañado con la mirada fija analizando el objeto, se veían limpias y de buena tela al igual que la marca, ahora... Sí, se acercó a olfatear y olían bien, a suavizante de lavanda... De golpe, arrojó la prenda al darse cuenta de lo que estaba haciendo, realmente era raro.
Después de minutos de práctica para poder andar en dos, pudo sostenerse bien de la pared soportando los calambres, ya había recogido los bóxers que estaba dispuesto a usar, pero en el momento que lo quería hacer notó en su abdomen algo que lo tenía manchado, ya era hora de una pequeña ducha.

Caminaba como el Canadiense después del accidente en las rampas, solo que no podía juntar bien sus piernas, terminó por llegar al baño que por cierto, lucía muy bien y demasiado limpio. Se dispuso a deshacerse de su camiseta y una vez que se la había quitado, vio en el suelo de la regadera un saco para dormir.

— ... —Miraba atónito al escenario.— ¿Qué...hace ésto... Aquí?—

Se puso de cuclillas para primero quejarse y ahora sí, prestar atención a ese saco, pasó su mano en ella y la olfateó. Volvió a ruborizarse, y es que ya sabía quién se había dormido ahí pero, notó otro aroma raro que le revolvía sus sentidos.
Fue atraído por el olor que al último se quedó a gusto oliendo y frotándose como si fuese un gatito al saco de dormir que había usado el extranjero, le parecía extraño que su amigo se haya dormido en ese lugar, no comprendía bien...

                           ...

『 ¡N-Naaah!~
              ¡Aaaaahh!
                   ¡Laaaaangaaaaaa! 』

Se metió un tremendo golpe en su cabeza al momento en que una escena que pareciera de la noche anterior, se le viniera a la cabeza. Sólo pudo recordar de forma vaga éso que había dicho, las memorias de una escena sexual pasaban en su mente como si fuera obra de un sueño y uno MUY fuerte, MUY real que sentía el dolor en su trasero. Es que... Tenía muchas dudas... Pero...