A la mañana siguiente, Madelaine se levantaba temprano, como siempre, para ayudar con los quehaceres de la casa. Con su canasta en mano, se dirigió al gallinero.
—Buenos días —saludaban los empleados que pasaban por allí, a quienes Madelaine consideraba como familia.
—Buenos días, señorita Madelaine — respondió Tom, el jardinero.
—Buenos días, Tom — dijo sonriendo y abrió la puerta del gallinero, cantando suavemente —. Hola, ¿les importa si... —dijo mientras recogía los huevos —. Qué hermoso chantecler, bien hecho, gracias
En la cocina, saludó alegremente a las cocineras.— Buenos días
—Gracias, señorita — respondieron ellas mientras Madelaine dejaba los huevos.
—Por nada —dijo mientras sacaba los huevos de la canasta.
No pudo resistirse y metió un dedo en la olla para probar.
—¡Madelaine! — exclamó una de las cocineras, regañandola cariñosamente. Madelaine se escapó riendo.
Las mañanas no le sentaban bien a las hermanastras.
—¡Mami, Mami, Mami! —comenzó a decir Drisella tras el susto que se había dado al caerse de su cama.
Carecían de aptitud para las artes domésticas, y de hecho carecían de aptitud para cualquier arte.
En la sala de la mansión, Madelaine ayudaba a recoger la mesa mientras Anastasia dibujaba a su madre y Drizella cantaba junto al piano.
—Un tierno amante con su amor —entonaba Drizella desafiante —. Con un hey y un go y un hey nonino, por el maizal su amor cruzó, amantes bajo el sol —seguía cantando ella, creyendo que lo hacía bien.
Anastasia terminó su retrato y se lo mostró a Lady Tremaine, quien solo pudo esbozar una sonrisa forzada ante el "hermoso" resultado.
Madelaine, recogiendo los platos, no pudo evitar mirar a Drizella cantando. Sintió la mirada penetrante de su madrastra y rápidamente apartó la vista.
Lady Tremaine, molesta, dejó caer un plato al suelo intencionalmente. —Uy... — dijo con fingida sorpresa. Madelaine corrió a recogerlo.
Al terminar sus tareas, Madelaine no pudo evitar sonreír al ver a Lucifer fracasar en su intento de atrapar a los ratones. Con esa pequeña victoria, abandonó la sala.
—Amantes bajo el soool... mmm... mmmm... mmmm — terminaba de cantar Drisella, completamente desafinada.
—Cierra la boca —le dijo su madre (gracias, nos hizo un favor a todos).
El mayor consuelo de Madelaine eran las cartas que su padre le enviaba durante su viaje. Las semanas se convirtieron en meses, pero cada día le brindaba sus pensamientos desde un paraje distinto.
—¡Señorita Madelaine, el carruaje del correo! — le avisaron un día, y ella corrió emocionada a recibir las noticias..
Hasta que una tarde...
Madelaine abrió la puerta, esperando otro mensaje de su padre, pero se encontró con el Granjero John, un viejo amigo de la familia.
—¿Granjero John? —preguntó Madelaine, desconcertada y preocupada.
—Señorita , es su padre, señorita... —comenzó él con voz apagada, mientras Lady Tremaine y sus hijas se acercaban a escuchar. —. Enfermo en el trayecto... falleció, señorita, se ha ido

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(So this is Love)
RandomEsta es una adaptación a la película de La Cenicienta, como la peli no es tan larga serán pocos capítulos así que disfruten :)