Capitulo 14

277 33 1
                                    

Horas más tarde, Sesshomaru se encontraba atendiendo asuntos en sus tierras, los niños estaban en sus clases y Aome... bueno esta encontró la manera de escaparse de la mansión por un rato y ahora se encontraba desde lejos observando la aldea donde estaba su hijo, esta sonrió para sí misma al verlo

-Mi pequeño... ya estas caminando- Aome estuvo unos largos minutos cuando...- Hola Inuyasha...- miro detrás de ella para ver a su cuñado cargando un costal de arroz

-Hola Aome... vaya- el hanyou se sorprendió al ver la panza de Aome- Esta más grande

-Grrr...

-Jeje claro...que te sienta bien- habló este nervioso

-Hmm...- regresó su mirada a la aldea

-Oye, ¿Por qué no te acercas? Siempre estas mirando de lejos

-Estoy bien aquí, no te preocupes... crece tan rápido

-Si, cada día es algo nuevo aún no ha querido decir su primera palabra – comentó el hanyou- No importa cuánto lo intente

-Jajaja pronto hablara .... Ohm- en ese momento Aome sintió un pequeño dolor en su vientre

-Aome ¿estás bien?- preguntó preocupado Inuyasha

-Si... fue...creo que solo fue una patadita

-Sera mejor que descanses ¿Cuánto tiempo te queda? - preguntó un poco preocupado

-Unos días, creo

-Tonta puede nacer en cualquier momento, ¿Por qué el idiota te deja salir? - preguntó más para el que para ella, pero al ver que esta no dijo nada- Hmm claro ... te escapaste

-Cállate... estoy bien ahora, será mejor que regrese a casa

-Espera un minuto no dejare que vayas sola, déjame llevarle esto a Kikio y te acompañare hasta la mansión

-Pero...

-Sin peros, asique espérame aquí- habló serio esta vez y se fue, Aome no tuvo más remedio

-Ese idiota...ohm- otra vez el dolor- Cielos... si vas a nacer... al menos espera a que lleguemos a casa... o tu padre me matara- se dijo a sí misma. Por otro lado, Inuyasha llegó a su casa

-Kikio

-Inuyasha, que bueno que llegaste estaba preocupada- comentó Kikio

-Estoy bien, llegue hace rato me encontré con Aome

- ¿Esta aquí? ¿Dónde está? - Kikio miro alrededor

-Esta cerca del rio, vine a traer esto la acompañare hasta la mansión

- ¿Ella está bien?

-Si, pero hace rato le dolió el vientre, me preocupa, esa tonta está a días de dar a luz y aun asi vino aquí

-Pero como se le ocurre... iré contigo

- ¿Segura?

-Si, si entra en labor de parto en el camino necesitara ayuda, llevare a Ichiro con mi hermana y te alcanzo – habló decidida

-Bien, iremos por el camino del árbol sagrado es la ruta más directa

-Si

Asi Inuyasha se fue con Aome mientras Kikio se preparaba para luego seguirlos.

Media hora después Aome e Inuyasha caminaban tranquilamente por el bosque, Aome agradecía que ya no sentía más dolores, en cambio esta reía al escuchar a Inuyasha contarle todas las pequeñas bromas que Ichiro hacia...

De calido a frio y viceversaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora