Relatos Del Amor - SHIPS BNHA!!

¿Amor...? - TODOCHAKO!!

¿Por qué su corazón latía tanto?

¿Por qué no dejaba de mirarla?

¿Por qué sentía sus mejillas sonrojarse al verla?

¿Por qué...?

De ignorar todo paso a mirarla de repente, a no querer dejar de mirarla, sus ojos cafés tan claros con ese brillo, su cabello cortó cuando el viento pasaba, sus mejillas con ese toque rosado la hacían parecer un ángel, su gran sonrisa al iluminar el lugar...

Todoroki apartó la mirada de Uraraka, quién hablaba con Ashido, negó con la cabeza lentamente desde su asient, regresando a la realidad, tratando de entender de nuevo sus sentimientos por Ochaco, no entendía absolutamente nada, porque si lo hacía, más se metía en sus sentimientos y esas emociones que parecían un remolino dulce o quizá un dulce sueño que no quiere despertar. Suspira ligeramente, sabe que no podrá a entender nada si lo piensa mucho.

Quiere pedir ayuda pero su familia no es la mejor opción en ese caso (el lo sabe perfectamente), no sabe si pedirle ayuda a sus mejores amigos o simplemente dejar pasar el tiempo, aunque lo último sabe que ni en sueños.

- ¿Todoroki-kun? - esa voz de nuevo, esa calidez abrazando su alma. Voltea y y era ella con esos ojos tan brillantes y hermosos.

- ¿Qué pasa Uraraka? - pregunta neutral, pero con cierta curiosidad o eso sentía.

- ¿Te pasa algo? Últimamente estás pensativo. - ligeramente preocupada.

Uraraka había notado lo muy pensativo que andaba su amigo, no quería decirle a Iida por lo impulsivo y directo que es y a Deku, por lo nervioso que se pone y pero era capaz de ayudar pero cierta inquietud le venía a la joven si estorba a Shoto.

- No en realidad, no es nada - mejor no decir nada, porque de seguro la incomodara-. Vamos con los demás - ofreció el al levantarse de su asiento, la joven asistió con entusiasmo.

- ¡Sí! ¡La comida estará muy deliciosa! ¡De seguro abra...! - empezó a mencionar la comida mientras se le hacía agua la boca, Shoto solo sonrió ligeramente, nunca se cansaría de escucharla y... de sentir ese cálido sentimiento. Caminando a lado de ella era muy tranquilizador... era como estár en las nubes.

Uraraka paro y con las mejillas sonrojadas, se disculpo por la repentina y rara plática, Shoto negó amablemente, pidiendo continuar, ambos caminaron juntos hacia el comedor, con los pájaros cantado.

No entiende ese sentimiento, pero quiere comprenderlo más y sentirlo más.