Prólogo.

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Me encontraba saliendo de mí trabajo, la verdad estaba cansada pero no pude evitar sonreír al ver en la otra calle a la señora que siempre estaba parada ahí vendiendo su artesanía, la verdad hacía bisuterías muy bonitas y resistentes, lo tengo comprobado pues me compré un rosario ahí. 

Escuché un leve grito y voltee hacía más adelante de donde se encontraba la señora, mi rostro cambió de inmediato al ver que de una camioneta negra bajaron unas personas y acorralaban a una mujer rubia muy linda que parecía aterrada...

¿Qué carajos...

Abrí mi boca para gritar, estuve a unos segundos de hacerlo...

Mí piel se erizó al sentir como algo parecía pasar muy rápido y detenerse a mí lado, voltee inmediatamente y sentí como palidecía al ver una camioneta negra idéntica a la que estaba más adelante al otro lado de la calle con la chica, retrocedí aterrada al ver como incluso la placa era la misma que la de la otra camioneta; me giré y tomé impulso para correr, pero pude sentir de inmediato como me tomaban de la cadera e inyectaban algo en mi cuello, sentí como me cargaban y colocaban en lo que creía eran los asientos traseros, no pude evitar que lágrimas se deslizaran por mis mejillas mientras sentía que quedaba inconsciente. 

 

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