Capítulo 4.

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-¡Bienvenidas nuevamente hermosuras, felicito a las que superaron la segunda fase!-logré escuchar mientras despertaba, era la voz de Aurora.-Esta es la última fase del primer desafío, por lo cual las reglas e instrucciones cambiarán.-su voz se volvió seria, me voltee encontrándome con la mirada de Akane, quien me sonreía mientras se colocaba a mí lado-Pueden fijarse que ahora no hay 2 vías de tren, solo 1; una cantidad de ustedes entrará, mientras qué las que no lo logren, perderán y ya saben qué significa eso. También debo dejar en claro que no hay reglas y supongo que pueden imaginar que por lo tanto, absolutamente todo es válido. ¡Buena suerte y que sobrevivan las más despiadadas!

La voz se cortó automáticamente, un tren comenzó a detenerse, todas fuimos avanzando, mientras que algunas corrían, pero pude observar como se hacían tropezar entre ellas, se empujaban o golpeaban y pude entender perfectamente a qué se refería Aurora con "Que sobrevivan las más despiadadas".

Akane y yo corrimos, traté de no empujar a nadie, ya cargaba con suficiente culpa desde la primera maldita fase del juego.

Las puertas se abrían y cerraban, calculé que cada 4 segundos hacían eso.

Al tener todo calculado, Akane y yo fuimos las primeras en entrar. Observé con una presión en el pecho como una chica tomaba el cabello de otra golpeándola contra el tren para luego entrar, al final, cuando éramos ya 10, y la última estaba en la entrada, otra que por su ojo se deslizaba un hilo de sangre entró y la tomó del cabello para luego darle una patada en el estómago y tirarla afuera. Luego de esto las puertas se cerraron definitivamente, pude escucharla decir un "Maldita perra" hacia la chica que fue golpeada en el estómago, por lo que no tardé en suponer que lo de su ojo fue obra de ella.

Segundos después observé como ahora en vez de bisturís, balas eran disparadas hacia el cráneo de las 5 chicas que se mantenían afuera. Me voltee sintiendo como Akane me abrazaba.

Era perturbador saber que de 50 chicas solo quedábamos 10 vivas.




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