GOTHAM CITY SIRENS [ Brucelina/Harlivy]

🦇 Capítulo 16 🦇(FINAL)

Un llanto suave rompía la quietud en una de las habitaciones de la majestuosa mansión Wayne. Selina, quien ya estaba arreglada para el evento que la esperaba abajo en el jardín, se apresuró a entrar. Vio a su pequeña hija con lágrimas en los ojos, sus mejillas sonrojadas y sus pequeñas manitas agitándose en busca de consuelo. La pelinegra la tomó en brazos, acunándola contra su pecho, y le susurró con ternura.

— Shh, mi pequeña gatita. No llores. Hoy es un día especial, ¿sabes? —Estaba claro que la diminuta versión de Bruce Wayne no iba a cooperar. — Oh, vamos. Mamá, te va a contar una historia, ¿sí? Una historia de héroes valientes y de villanos que esconden más de lo que muestran...

Tal vez era imaginación suya, pero su bebé se tranquilizó un poco. Eso le dio luz verde a Selina para que continuara, entonces sonrió y se sentó junto a la cuna. Cerró los ojos por un momento, como si dejara que los recuerdos la llevaran de vuelta en el tiempo. 

🐾🌱♦️

Los ecos de las sirenas policiales resonaban en la distancia, acercándose poco a poco. La adrenalina se encontraba al máximo y lo último que se les vino a la mente fue la posibilidad de que apareciera el batimovil. Los tres pares de ojos miraron con sorpresa y aprensión hacia el imponente vehículo negro que cargaba el logo de Batman.

Ivy sintió el corazón hundirse en el pecho. Todo lo que habían hecho, todo ese plan elaborado y cada arriesgada maniobra, parecía haberse desvanecido en humo. Solo pudo bufar con una mezcla de frustración y resignación.

Harley, por su parte, soltó un pequeño sollozo y sus hombros cayeron; la idea de regresar a su celda la llenaba de tristeza y temor. Había luchado tanto por ser libre, y la idea de volver a aquel lugar sombrío y solitario se le hacía insoportable.

Selina, en cambio, frunció el ceño. No sabía en qué pensar en ese preciso momento. Cuando la puerta del Batimóvil se abrió, su sorpresa se incrementó al ver, en lugar del Caballero Oscuro, a Red Robin y a Robin dentro del auto. Tim Drake estaba en el asiento del conductor, con una expresión seria, pero decidida, mientras Damián observaba a las tres mujeres con el ceño fruncido, claramente incómodo con la situación.

—¡Suban rápido! No tenemos mucho tiempo. —ordenó el mayor. Las tres prófugas se miraron entre sí, incrédulas y llenas de dudas.

Y ahí estaban. Mientras el Batimóvil se dirigía velozmente al muelle, Tim les explicó su plan. Había contactado a un capitán de un barco de embarque que estaba dispuesto a sacarlas de Gotham. Después, prometió ayudarlas a conseguir identidades falsas, con las que podrían empezar una nueva vida lejos de la persecución y los problemas de Gotham. Sí, probablemente era la decisión más cobarde, pero están desesperados. Harley Quinn, quien junto a Poison Ivy y Catwoman permanecían en la parte trasera del automóvil apretujadas una con la otra por el estrecho espacio, le preguntó con genuina incredulidad si realmente hablaba en serio.

El muchacho le aseguró que sí. Pamela suspiró con frustración, mirando por la ventanilla mientras pequeñas gotas empezaban a salpicar el cristal. No estaba tan convencida.

—¿Y por qué de repente la ayuda benevolente, chico maravilla? —preguntó agriamente. —No es como si los héroes fueran conocidos por su misericordia hacia personas como nosotras.

Robin, que había estado callado hasta ese momento, respondió con brusquedad: —Si mi padre cree que casarse con una antiheroína es suficiente para sacarle su mejor versión, entonces supongo que todas ustedes también pueden cambiar, ¿no? Ya han demostrado, aunque débilmente, que tienen algo bueno dentro de ustedes.