★彡 ❝El chico timido❞ 彡★ [All x Ouma Kokichi]

★彡 ❝Capitulo 2❞彡★

Nota de la autora:

╰┈➤ ❝Sinceramente, nunca pense que les gustara tanto esta historia... pero yo cumplo lo que ustedes quieren como una marioneta, ¡Doki, Doki!.

Estuve revisando a detalle mi historia; buscando faltas de ortografias y me sorprendi mientras leia; ¡No eran muchas!, estoy mejorando, ¡que alegria~!

Me gustaria que votaran y comentaran, pues me dan apoyo para seguir actualizando de forma seguida <3

¡Oh!, y tambien que este capitulo sera muy detallado, por que me llego un fuerte, tremendo y grandioso golpe de inspiracion en medio de la clase presencial de Comunicacion.

¡Empezemos!❞

Rantaro Amami, un muchacho de 17 años de mechones verdes, ojos del mismo color aunque algo opaco, y que siempre lo veian que vestia una camiseta azul de rayas negras y pantalones negros, tanto asi que empezaron a pensar que era pobre para comprar un nuevo atuendo o no se bañaba de forma continua. Se le caracterizaba y conocia por su personalidad torpe y agradable, tambien algo timido y adorable, aunque llegaba a ser un poco grosero y muy directo en algunas ocasiones de confianza, a parte que era muy abierto de mente.

En este momento, aquel joven se encontraba esperando a alguien, los nervios lo carcomian por dentro cada segundo y minuto que pasaba esperando fielmente como un perro esperando a su dueño, en la entrada de la academia, hasta que la persona que esperaba llego, y un suspiro de alivio y algo de felicidad que estaba aguantando. Decidio intentar acercarse a el muchacho de ojos violetas, pero alguien fue mas rapido que el. Rantaro sintio algo de colera e incomodidad.

- ¡Hey! ¡Hey! ¡Chico lindo! ¡Hola, pequeño! - saludo de forma energetica y alegre aquella joven rubia, agitando fuertemente su mano, mientras se iba acercandose a el de cabellos morados, quien se sorprendio al ver que no era aquel chico que ahora era su amigo. La joven rubia vio como el de apellido Ouma se intentaba alejar o esconder de la mencionada, aquella accion le parecio tierna y adorable, de manera que rio suavemente por el comportamiento del pequeño- ¡No huyas, pequeño!

Ouma solo corrio, temblando por la manera energetica y eventual que le saludo la chica, ademas ¡Kokichi ni siquiera la conocia!, la muchacha lo saludo como si fueran amigos de toda la vida, como si lo hiciera todos los dias, como si fuera tan casual como comer desayuno. Entre sus pensamientos, choco con aquel peliverde- ¡Hiik! ¡Lo siento, Ouma-kun!- chillo el Amami ayudando a levantarse a el hermoso chico- ¿E-entramos juntos? Digo- ¡L-los amigos hacen eso! ¿N-no?- Ouma solo lo miro, aquella mirada penetrante en el de nombre Rantaro aumentaba. El de ojos violeta asintio, dejando de incomodar al de mechones verdes opacos, quien aguanto un leve suspiro de alivio- B-bien, vamos.

Y ambos entraron, sin fijarse que alguien los veia desde lejos- oh... parece que Amami-kun a encontrado un nuevo amigo que no soy yo~, eso estan extraño... aunque el chico que huyo de mi es tan tierno...~ Tal vez pueda jugar un poco con el...-murmuro de forma siniestra para si misma la rubia, con una enorme y algo retorcida sonrisa, y se adentro a la academia.