Una voluntad

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(Después de escuchar fires oh hokkai una infinidad de veces, una cosa así se me vino a la cabeza. Sé que eso es por el hokkai, pero la música se puede prestar para otros contextos... en fin, tomen una muestra de lo que flashee como un posible stage6/extra ambientado a mis OC :wahaha:)

la canción en sí (dudo que sincronice, está de adorno)


La sacerdotisa cruzó el portón. Un gran respiro exhaló.

Tras los 5 previos encuentros con esos parparianos, reunió los ánimos que le restaban para prepararse mentalmente para su encuentro final.

Unos valiosos pocos segundos de relajación pasaron hasta que se escuchó un maullido.

<<Maldita sea>>

La sacerdotisa miró a su alrededor y, repentinamente, 6 parparianos alados aparecieron abruptamente listos para taclearla. Ella logró atacar a 2 con su gohei, atyrduéndolos y, lanzando unos sellos, mandó a volar al resto con una explosión. Al instante, un escuadrón de 10 parparianos aparecieron para atacarla. Ella logró desviar la mayoría de ataques y reducir a la mitad de estos, pero de repente apareció otro escuadrón de 10. Utilizando más sellos, provocó una explosión alrededor, librándose del gran grupo. 3 parparianos controladores aparecieron atacándola de lejos, mas antes de que ella reaccione, parparianos en pareja venían dispuestos a atacarla, mientras otros atacaban a distancia.

Un nuevo maullido se escuchó. Reimu observó como a lo lejos como las 2 primeras generales que se enfrentó se acercaban dispuestas a luchar nuevamente. Se las notaba heridas debido al primer encuentro que tuvieron con ella. Sin chistar, uno realizó su ataque de látigo de pulgas mientras la terrenal avanzó bruscamente para arañarla. Antes del encuentro, una explosión de pulgas se produjo sobre ella, que la Miko logró bloquear con un sello protector. A lo lejos, vio el tercer general que enfrentó en el pueblo, con una gran herida en la cara debido a la bola yinyang que le arrojó previamente. Más parparianos comenzaron a salir dispuestos a atacar a la sacerdotisa, comandados por el parpariano terrenal que le enfrentó ferozmente en su búsqueda del castillo. 

Ella se dio cuenta de lo que ocurría, todos los parparianos que se enfrentó a lo largo de su travesía estaban ahí reunidos, dispuestos a luchar nuevamente. A pesar de su aspecto y de sus encuentros previos, luchaban y resistían más que cuando se los encontró por primera vez. Ellos luchaban juntos, dispuestos a todo. Luchaban por un solo fin. Reimu contempló como más parparianos se unían a la gran mancha felina que se avecinaba a frenarla. Los maullidos y ruidos se volvieron en varios golpes de tambores de guerra; los latidos del corazón, uno solo.

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