Nadie que viviera lo mismo que él debería ser condenado por tomar decisiones precipitadas como tal, como adulto era de entenderse que a veces la vida nos presenta situaciones donde nos pone entre la espada y la pared y el escape parece la mejor opción. Quizás debería haber actuado antes y romper aquel compromiso pero... ¿Con qué rostro podría hacerlo?
Temari no era cualquier mujer y la relaciones que las aldeas habían creado, nacieron a partir de su compromiso. Casarse con ella significó fortificar lazos preexistentes para que hubieran resultados fructíferos una vez fueran cedidas las posiciones de Hokage y Kazekage respectivamente. En muchos sentidos, la unión les jugaba a favor.
Si había algo que Shikamaru jamás se había imaginado era que Temari haría un cambio tan radical que hasta la llevara a echarlo de su casa, poniendo obviamente a su hijo de por medio.
Relacionarse con otras personas era algo que Shikamaru siempre describió como engorroso. Un día son amigos y al siguiente enemigos, había bajado la guardia con aquella mujer por el simple hecho de creerse ese mismo cuento que Sakura se había inventado con Sasuke. Para alguien tan centrado como él, esto era impresionante.
Su adicción al tabaco llegó a un momento de apogeo luego de que su propio hijo no le permitiera ingresar a su hogar, los escapes cada vez causaban menos serotonina y la realidad lo golpeaba cada día con más ferocidad. Ya no sabía qué hacer, no sabía a quien recurrir o que decisiones debían tomar. Aquel Shikamaru, que podía pensar en miles de situaciones y oportunidades, ya no estaba allí, estaba silenciado e irresoluto. Tanta resaca, tantos excesos. No tenía la mente clara ni por casualidad, necesitaba un respiro pero no había modo ni situación que se lo permitiera. Jamás creyó que caería en las fuentes rápidas de serotonina.
Volver con Naruto no era una opción viable, no podía vivir en ese estado.
Sabía que Hinata no estaba de acuerdo con la situación, no quería tener a un hombre deprimido tirado en su sillón frente a sus hijos, era comprensible, lo pensaba desde el punto de vista de una madre. El Nara jamás podría sentirse agredido o denigrado por ello, había un hecho y es que Hinata no tenía ningún problema con él sino con lo que representaba en aquel momento. Sin contar que entendía que ya había llegado en estados deplorables a su hogar y que ella no simpatizaba con ningún exceso.
¿Entonces cuáles eran sus opciones?
No podía hablarle a Choji ya que estaba más que claro que su esposa no permitiría nada de aquello en su casa ni una noche pero quizás Ino podría ser de ayuda momentáneamente mientras conseguía un lugar donde pudiera quedarse sin molestar a nadie.
Entonces su plan se basó en ello, en incluir por primera vez a Ino y visualizarla como la gran amiga que es. Junto las pocas cosas que tenía en su poder, aquellas que Shikadai había podido meter en una mochila, y se movilizó hacia la casa de la rubia.
El ruido de las hojas golpeando siempre fue un sonido tranquilizador pero ésta vez se había convertido en un tormento, la angustia que le generaba sentir como el tiempo avanzaba y no poder hacer nada para revertirlo era abrumadora. Casi como si se volviera un ruido de bullicio, de esos que te cierran la tráquea y no te permiten respirar tranquilo; de esos que no te permiten despejar tu cabeza y te enfocan en la ansiedad que te inunda.
La caminata, al volverse disociativa, hizo que el trayecto fuera muchísimo más rápido de lo habitual. Para cuando pudo darse cuenta de donde se encontraba, Ino ya había abierto la puerta frente a sus narices.
"¿Shikamaru?" Consultó confundida.
El pelinegro frente a ella se encontraba realmente deplorable, con ojeras debajo de sus ojos y la piel pálida como si hubiera estado consumiendo estupefacientes.
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so far, so good | shikamaru
Fanfictionla relación entre Temari y Shikamaru llega a su punto de quiebre cuando, en una discusión entre golpes, sale a luz la propuesta de divorcio. ahora Shikamaru deberá decidir si intentar continuar con ella por el bien de su familia o finalmente ser lib...