Navidad

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Capítulo cinco

Eren caminaba por la sala sosteniendo una tasa de chocolate caliente junto a unas pantuflas de conejo, sus favoritas, eran cálidas y suaves, ya era navidad y el estaba solo.

No podía ir con su madre, ella estaba en Alemania, y el ahora se encontraba en Japón, no podía viajar, apenas se había instalado, y tampoco estaba Mikasa, ella seguro estaba con su familia y Levi... Seguro estaba con los demás duendecillos festejando, si es que festejaban, a menos que ayudarán a Santa, quiso reír por su chiste pero al pasar aun lado de su espejo y ver su apariencia calló.

Parecía una ostra, chasqueo la lengua caminando hacia el sillón prendiendo el televisor, estaban pasando puras películas navideñas, festejos y pura babosada según el.

Suspiro sentándose en su sofá, tal vez pondría una película de terror, así tal vez se le olvidaría ese fantástico día.

Se levantó dejando la taza en la mesa mientras caminaba de nueva cuenta a su cuarto tomando su laptop para entrar a Netflix, pero en cuanto puso un pie dentro se sintió un poco intimidado, todo estaba en penumbras, la ventana de su cuarto estaba abierta y un aire frío producto del invierno lo hacia estremecer, era raro, si la había cerrado, se acerco cerrando la ventana observando como afuera estaba nevando, ni ganas de salir me daban.

Un estruendo de algo caerse hizo que sus bellos se pusieran de punta.

— ¿Quien esta ahí? — miro a su alrededor, una sombra negra tomó presencia mientras se acercaba a el.

Agarró lo primero que tenía ¿un peluche? Era mejor que nada, así que lo tiro cerrando los ojos esperando el estruendo, pero nada, solo hasta que unas manos en su boca hizo que forcejeara.

— Calma Eren — aquella persona que lo sostenía había hablando en su oído de una forma seductora.

Sus ojos se abrieron cuando sintió una lengua recorrerle el cuello.

— S-sueltame — susurro tratando de quitarse, pero quien sea que estuviera sujetándolo era demasiado fuerte— ¡¿Q-quien diablos eres?! ¡Quien seas que seas te advierto que tengo sida y todas las enfermedades posibles!— mintió, no seria violado.

Una pequeña risa hizo estremecerlo.

—, Soy yo, Levi — abrió grandes sus ojos, no, Levi era un pequeño duende tierno, no podía ser él— vamos Eren, quiero que tengamos sexo — oh no.

Las palabras que salían por su boca eran como lava, tan calientes y excitantes, susurrándole al oído de manera tan candente mientras que con su mano libre acariciaba la hombría del castaño, que estaba entre excitando y asustado, ¡¿sexo con un desconocido?!

La habitación entera fue iluminada por unas luces, fuegos artificiales, fue cuando vio el rostro de su opresor, era un chico muy parecido a Levi, sus rasgos parecían mas desarrollados, tenía un hermoso sonrojo mientras sus ojos detonaban pasión.

No podía ser él.

Una sonrisa se formo en los labios del azabache, segundos después acercó su boca al castaño, dándole un tierno beso, que termino convirtiéndose en uno apasionado.

—T-te quiero Eren, tengamos sexo — susurro bajando las manos del cuerpo del ojiverde.

Su vista estaba nublada, ver ese rostro sexi y candente le había encendido de sobremanera.

Sonrió ladino como un lobo a su presa, sus ojos brillaban con emoción y lujuria olvidando alguna vez que fue preso del miedo.

Tomo de los hombros al más bajo depositando un beso fugaz y lleno de pasión al azabache.

Un pequeño duende [Ereri] ©iLAWJAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora