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Pov. Ohara

Su risa, esa maldita risa la amaba, extrañaba tanto escucharla.

—¡Maldito viejo! —Grité haciéndome el sorprendido y fui corriendo a sus brazos—

—Mocoso —Sonrió él mirándome—

Tenía tantas ganas de abrazarlo que sin darme cuenta llore en ellos, mi vista era borrosa, era algo que no podía detener, mi cuerpo comenzó a temblar y no paraba de absorber mis sustancias nasales.

—Ya, ya mocoso —sonrió mirándome esa maldita sonrisa que hizo que yo le mordiera una mejilla— ¡Ah! Me duele, duele —Estaba gritando mientras intentaba que lo soltarse—

Sonreí para mis adentros y lo solté.

—Te extrañe viejo apestoso —Lo miraba sonriendo—

Pov. Narrador

Todo esto era visto por la bonten, no sabían porqué sintieron algo dentro de sus pechos al ver a Ohara tan cerca de ese hombre y que lo hiciera llorar para luego verlo reír juntos, era un sentimiento que nunca habían sentido.

Mikey estaba cansado y quería irse, pero viendo la escena solo quería apartar al hombre ese de su hijo.

—Te extrañe mucho, mucho, mucho~ —Dijo Ohara alargando la O—

Al final tuvieron que separarse por las miradas de la bonten hacía Atlas tenía que controlarse porque en estos momentos si tenía miedo de que pudieran matarlo.

—Bueno viejo siéntate —Sonrió para alejarse y sentarse en medio de Kokonoi y Ran—

Atlas se sentó y sonrió, estaba feliz por ver de nuevo al mocoso, pero a la vez tenía temor por los ejecutivos de bonten.

—Bueno...primer me gustaría habla- —Tuvo que parar porque fue interrumpido por Mikey quién lo veía con su ceño fruncido—

—Ve directo al grano —Atlas asintió y todo su rostro tomó la seriedad que necesitaba en esos momentos—

—Necesito su ayuda con un préstamo de 60.000 dólares —Soltó mirándolos serios—

—"¿En que se metió ahora?" —Pensó Ohara mientras comenzó a soltar un suspiro sin darse cuenta—

—No podemos darte esa cantidad si no hay algo de tu parte —Soltó Kokonoi sin rodeos— es imposible que nos puedas devolver el dinero y no hay una causa para hacerte un préstamo con esa cantidad, también pedimos papeles que puedan garantizar la devolución total del dinero requerido por tu parte o tu organización —Siguió hablando Kokonoi mientras Ohara lo miraba—

—Por eso mismo traje los papeles que pude saber que pedían, siéndoles sincero no fueron mi única elección —Provocó un poco a los de bonten— ya saben tantas mafias que existen

Ohara se quería morir que estaba haciendo el hombre, porque estaba provocando a la bonten, se levantó con prisa y camino hacía Atlas interrumpiendo la negociación.

—Tu eres un idiota viejo —Soltó mirándolo dejando a todos intrigados— imbecil, testarudo, estupido e hipócrita, además de ser un bueno para nada —Las palabras llegaban cómo filo a su persona— sin embargo, yo...te quiero, siempre diste algo por mí por eso mismo recompensaré todo tu esfuerzo en cuidarme antes y después que mi madre fuera encontrada muerta —Con eso último saco la mochila de sus hombros y la tiro encima de la mesa— en esa mochila hay más de 60.000 dólares, puedes hacer lo que sea con aquella plata, sin embargo, solo es un préstamo, así que si no tienes como pagar me debes tu vida —Sin más que decir se fue a sentar—

Los de la bonten estaban impresionados, Kokonoi fue el segundo en caer en los encantos de Ohara.

En cierto punto le gustó cómo había proporcionado el dinero, y recibir a cambio algo, sin oportunidad de perder, cómo si fuera un gran empresario.

❌𝐔𝐧 𝐀𝐝𝐨𝐥𝐞𝐜𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐄𝐧 𝐁𝐨𝐧𝐭𝐞𝐧 𝐘 𝐞𝐧 𝐓𝐨𝐦𝐚𝐧❌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora