Sedante [BkDk]

Un forastero II

Les dije que iba haber actualización rápida porque va continuo a lo anterior

Enjoy!

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Era mucho que pensar a lo que veía, nunca imaginó ver de nuevo a esos dos tan pronto y en una situación así. La enfermera que acompañaba estando un poco inquieta de ver lo impulsivo que era el peliverde gritando así solo acercó unos pasos a entregarle una ficha con las medidas y peso de la niña como referencia, inmediato retiró a continuar con los próximos pacientes en la sala de fuera.

El castaño con una pequeña coleta de su cabello ladeó su rostro y con desconfianza retrocedió un paso ante cualquier movimiento extraño de ese peculiar supuesto médico.

—¿Qué mosco te picó? Eres raro —mencionó sin pudor.

—¿Ellos son tus hermanos? Ayer tuve un incidente con ellos —confesó incómodo por la presentación buscando la manera apropiada de decir las cosas.

—¿Hah? ¿Pero que dices? No los había traído a revisión desde hace semanas —reprochó al considerar que los estaba confundiendo.

—No, no fue aquí, esos pequeños golpearon conmigo mientras jugaban en la calle y mis cosas desaparecieron —incriminó preocupado y acechante al menor de pie.

—Eso es una confesión muy severa, ¿realmente fue así? —Mencionó dirigiendo su mirar hacia el menor que sostenía su mano a su lado.

El pequeño arrugó el entrecejo indignado por lo incitado, así que levantó su puño con asertividad.

—Ayer estábamos jugando Lala y yo, sí golpeamos con un extraño pero está mintiendo con lo de robar.

—Creí haberles dicho que no jugaran en la calle, es peligroso.

—Íbamos de camino al parque y luego este raro con su amigo empezaron a regañar.

—Con que así fue, está bien lo dejaré pasar —respondió resignado. Izuku inmediato respingó.

—No, no está bien, acabo de decir que hurtaron cosas mías en la caída —resopló frunciendo el ceño intrigado por lo condescendiente de ese sujeto con el menor.

—Roro no tendría porque mentirme, además, ¿qué te hace pensar que no las perdiste en otro lugar? —Defendió bajo la enorme confianza que le tenía a su acompañante pequeño. —He escuchado varias veces que en estas instituciones se suelen perder cosas, ¿ya reportaste aquí?

—Estoy tan seguro de ello —decirlo era una cosa, pero Izuku permaneció dubitativo a lo que decía ese tipo con mucha labia.

—Dios, no sé ni para que me molesto, tengo otras prioridades ahora —culminó molesto observando a la pequeña dormida en su regazo.

Ese momento de sorpresa fue mucho para que Izuku cambiara las circunstancias, viendo la apariencia cansada y con malestar en probable fiebre de la niña era de más decir a lo que se refería su hermano mayor, el cual dio media vuelta en intención de buscar otra opción.

—¡Espera! Voy a revisarla ahora mismo —insistió Izuku siguiendo fuera del lugar. —Arreglaremos lo otro después.

Aquella escena era bastante peculiar que llamó la atención de la enfermera, recepción y los pacientes, el como alguien con bata blanca persiguió a un hombre con una niña en brazo y guiando a otro de la mano con bastante insistencia.

—Piérdete incriminador —sentenció indignado sin la molestia de girar a su espalda.

Hubo mucho para determinar por terciarios, desde una mala praxis de su profesión o un asunto más personal entre ambos. Izuku detuvo en el perímetro observando con desaire lo que hizo, giró de reojo con la enfermera la cual solo negó con la cabeza en silencio.