Experiencias paranormales.

2# Segunda experiencia

Mi segunda experiencia, relevante después de lo que paso con la puerta, ya a unos 2 o 3 años de a ver pasado por todo eso. Como era algo ya de todos los años en ese entonces mis padres junto con los tíos hicieron una carnita asada, por el día de el padre. Como era ya algo muy normal e incluso aburrido para mi y mis primos, nosotros nos metíamos a la casa mientras que todos los adultos estaban pasándola bien en el patio. 

Ese día a una de mi primas no se le ocurrió mejor idea que comenzar a proponer contar historias de terror en el cuarto de 2 de mi primos que son hermanos. Esto para ustedes no será la gran cosa. Pero les comento, Estos 2 primos, se llaman David y Paula y lo especial en su cuarto es que mi tío (su papá) en ese entonces era creyente de la Santa Muerte, que para una familia de puros católicos, era algo de miedo, ya que en la casa de mi abuela es algo normal para los que viven ahí, que en ese lugar haga mucho calor, en todas las habitaciones, siendo la excepción el cuarto de mi tío. Ya que tanto mis tíos y mi abuela atribuían esto a las figuras que mantenía en un altar a la vista de todos, ya que al pasar por su cuarto era inevitable el sentirte observado de ida y de regreso. Para nuestra mala suerte, mi tío solía dejar la puerta abierta, diciendo que no estaba cuidando, aunque esto molestaba a mis abuelos que no quieran saber nada de la figura y decían sentirse observados por esta cada vez que subían al baño, ellos no eran la excepción, nosotros como niños que éramos mas perceptibles a eso, nos sentíamos abrumados por la mirada constante de esta figura que no dejaba de seguirnos con la mirada. 

Obviamente los problemas no se hicieron esperar, mis tíos comenzaron a tener problemas con el, pues decían que mis primos les contaban que veían cosas en el cuarto de mi tío, como una figura que los veía desde las sombras de este. Y que ellos ya tenían miedo de pasar al baño, pues no querían estar en el rango de visión de la figura. El que fue mi cuarto durante mucho tiempo, veía a las escaleras, con una ventana que veía al patio principal. A mano izquierda de la puerta de este, estaba el cuarto de los primos que les mencione y la derecha el baño que usábamos los de la casa. Si tu, entrabas al baño, este quedaba justo enfrente de la puerta de mis primos. Y para los de la casa ya era algo normal que si la puerta de mi tío, estaba abierta, dabas por echo que en cuanto entraras al baño, ibas a sentir constantemente que alguien estaba fuera de la puerta, esperando, pero sin hacer ruido alguno, incluso si llegaba a estar la luz de la escalera encendida, podías ver que había una sombra fuera de el baño. Una vez como muchas al querer retar lo que estaba afuera, si llegabas por curioso a apagar la luz para ver con mas detenimiento la sombra de afuera, esta desaparecía y podías verla detrás de las cortinas de baño contigo adentro en el baño obscuro. 

Esto era algo ya normal para nosotros, ya que al no poder contarlo mucho a los adultos, ya que estos no te bajaban de loco decidimos, hacerlo algo mas común por ahí y una regla mas que nada, de no apagar la luz, algo curioso era que esto solo sucedía si la puerta de mi tío estaba abierta. De lo contrario, podías seguir todos los pasos y nada de eso pasaba. No lograbas ver nada. Por lo que esto las primeras veces fue algo de miedo, pero después, algo mas común con los que vivíamos ahí, obviamente cuando algún primo ajeno a la casa, llegaba a ver eso, los cometarios negativo hacia la figura no sobraban, por lo que mi tío comenzó a dejar su puerta cerrada todo el tiempo. 

Poco o de nada le sirvió tantas veces que mi tío le dijo a mis tíos y primos que ella solo estaba ahí para cuidarnos y protegernos, el miedo de una figura que constantemente acechaba a sus hijos era mas que suficiente para hacer oídos sordos. Y en mas de una ocasión escuche a mis tíos referirse ala figura con muchos apodos despectivos, lo cual, yo tenia entendido que era lo peor que podías hacer. Mi tío nos había explicado tanto a mi como a sus hijos que a ella mientras la respetaras, no tenia porque meterse contigo. Entre eso estaba que la vieras mal o que dijeras algún insulto o apodo de ella, pues aunque no estuviera a hi, podía escucharte.