–¡¿que pretendes que haces?!– Gritó Giyuu
–¡Deja de moverte tanto!– Insistió Rengoku, necesitaba saber qué clase de Tritón era el menor, no era un perla común, era uno mucho mejor, pero no era la mejor manera de tratar de insistirle tomándolo de sus caderas, quería ver cómo era su compuerta, como su cola se partía en dos
–¡solo se abre si me enamoró!
–sili si abrí si mi inimiri ¡¿que diablos fue eso?!– Gruñó Rengoku –¡¿y que tengo que hacer para abrirla?!– lo primero que se le ocurrió fue un beso, pero eso no iba enamorarlo así como así
–¡ya te lo dije! no lo voy a repetir!– Tomioka se abalanzó encima del mayor en defensa, pero cayó en una posición sexual por así decirlo., Kyojuro quedó sorprendido unos segundos para después mostrar una sonrisa seductora, y le sobraron huevos como para preguntarle
–¿así está bien?– Tomioka se sonrojo bastante y se apartó rápidamente -¡Ha Ha Ha!
–Maldito..
–esta bien, lo siento– Kyojuro nadó hasta llegar a su puerta y la abrió lentamente –¿vienes?
Tomioka asintió y nado hacía el, el mayor lo tomo de la cintura con uno de sus tentáculos y empezó a nadar, le dio a mostrar todo su castillo, era oscuro pero lo mejor de todo, eran las decoraciones, no eran de esperar de un castillo del terror pero eran simplemente hermosas a su parecer, las hermosas flores colgadas entre sí, la luz que se filtraba por los ventanales, le fascinaban
–es lindo..
–Muchas gracias– Giyuu estaba deslumbrado por el hermoso lugar, pero lo que más le sorprendió fue la actitud de su contrario, era pervertida, pero amable y sincera
–oye.. este reino no está en los mapas.– Desvío su mirada por unos segundos y noto un recuadro extraño –Y ese niño tampoco– Kyojuro intercambio su rostro a uno serio y decepcionado
–Eso.. eso no importa..– Giyuu noto rápidamente el cambio de personalidad en Kyo, por lo que decidió no preguntar y ser paciente -¿me esperas un segundo?
Tomioka asintió y el rubio se fue, volvió a clavar su vista en el recuadro, era un niño, rubio con mechones rojos, tenía un rostro tranquilo y relajado, al lado derecho de el, estaba una mujer, ojos carmesí y un trenza colgando de su hombro derecho, al lado izquierdo, un hombre alto, rubio con mechones rojos, ojos bicolor, sostenía algo que parecía una Katana, algo que más le asombro, era el chico que sostenía los hombros del pequeño niño, era muy parecido a su contrario, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Rengoku rodeo sus brazos por su cintura y lo llamó
–Vamos– Giyuu quedó sorprendido a tal acción, desde que lo conoció lo había hecho con sus tentáculos, nunca con sus brazos –oye, aún no me dices tú nombre.
–oh, si lo siento, Giyuu Tomioka, me llamo Giyuu Tomioka
–perfecto.. Giyuu, primera regla aquí, nunca vayas al lado oeste del reino, sin mi consentimiento ¿bien?
–lo prometo, Rengoku.. ¿verdad.?
–Puedes llamarme Rengoku o Kyojuro, Rengoku es solo mi apellido.– Giyuu asintió y observó el rostro preocupado de su contrario
–Kyo, ¿cual es la razón de tu aspecto? siendo sincero, nunca había visto un pulpo como tú– Rengoku se quedó un momento procesando por el cual lo había llamado "Kyo"
–Debates, es todo.
–ya veo..– Tomioka agachó su cabeza avergonzado, Rengoku percató esto y lo llevo hacía el lado sur de su castillo -¿a donde vamos?
–Te haré algo de comer, siempre y cuando busques como abrir tu compuerta.
–esta bien
Todo sea por comida ¿verdad?, Kyojuro abrió las puertas que ocultaban el gran lugar, había un comedor enorme, la cocina estaba repleto de platos maravillosos, a su parecer, cuatro personas comían allí, debían ser las del retrató
Rengoku lo obligó a sentarse en uno de los asientos más finos que habían, espero unos segundos y luego llegó Kyojuro con un bufet tremendo, le dio a escoger que quería y se sentó a comer a su lado.
En la noche, Rengoku estaba durmiendo plácidamente hasta que escucho un ruidos extraños que provenían de la habitación del menor, lentamente, abrió su puerta y lo encontró en el suelo, sudando intensamente, nado rápidamente hacía el y lo tomo en brazos, empezó a susurrarle una canción que parecía relajarlo, lo llevó consigo y lo recostó a su lado, lo observó detenidamente y se quedó dormido
A la mañana siguiente, Giyuu sintió un enorme pesó encima suyo, abrió lentamente sus ojos y al parecer, eran dos de sus tentáculos, intento apartarlos pero le fue inútil, eran demasiado pesados, por accidente, intentando apartar el pesó que lo rodeaba, tocó el pecho del mayor justo en su herida, frotó su mano con curiosidad, se preguntaba cómo se había hecho aquella marca, sus dedos sentía la dureza de aquella herida cerrada
Kyojuro abrió lentamente sus ojos y se atrevió a preguntar
–¿que haces?– Dijo el rubio en un tono agotado
–¿como te hiciste esa marca?
–una pelea.. no preguntes más.– Dijo Kyojuro, abrazando con suavidad al menor con sus tentáculos
–esta bien..
Después de un rato, Rengoku se levantó, pero le sorprendió lo cerca que estaba de los labios de Giyuu, por poco lo besaba, aún que no le hubiera molestado ni un poco, lo admitía, el pelinegro era demasiado atractivo, sus ojos eran como ver el mismo cielo, sus escamas eran muy suaves, como las nubes, no era nada comparado con las demás
Estaba perdido en sus pensamientos hasta que sintió la presencia de Tomioka despierta
–Buenos días Kyo..
–¿eh? buenos días, note que tuviste una pesadilla, ¿de que se trataba?
–nada importante..– Giyuu le dio la espalda y se aferró a la almohada, Kyojuro lo observó con curiosidad pero lo dejo en paz
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°• Fuego •° / Omegaverse / UA
Romancesu belleza me enloquece! debe ser mío! - Sirenas - Creditos: @cami_kibutsuji - +18 - Rengiyuu