Se aferró a Kyojuro con fuerza, estaba nervioso, el Rengoku lo notó y se alejó un poco
-Si no estás listo, no estás obligado hacerlo.- Giyuu lo miro a los ojos y al ver esos ojos bicolor, beso tiernamente la mejilla de su contrario, esa mirada profunda lo había obligado, las mejillas del mayor se tornaron de un color rosa, los labios del menor eran tan suaves, el rubio lo tomo de su mentón y lo beso
En la noche, el menor nadaba entre los pasillos hasta que escucho unos ruidos que lo alertaron, alguien lo llamaba.. el sonido venía de la habitación que le había prohibido el mayor, sin pensarlo dos veces, entró, la habitación era enorme, pero su físico era aterrador..
Estaba oscuro, las cortinas estaban arruinadas, sin embargo, lo mas curioso, fue ver a esa mujer junto con ese niño de nuevo, su retrato parecía rasgado, sin embargo se veía con claridad, en su mente rebotaba el pensamiento que Kyojuro había hecho algo imperdonable, en un estante, vio una pequeña flor blanca, muy hermosa, la tomo con delicadeza y le dio caricias, era pequeña, volvió a ver el retrato de la mujer era la misma flor que traía en sus cabellos, rápidamente la dejo donde la encontró, no quería provocar daños, hasta que de repente, una de sus escamas se volvió ceniza y desapareció, un escalofrió paso por toda su espalda, eso fue algo muy aterrador y nuevo por su experiencia... se asusto un poco, y dio media vuelta, hasta que vio al rubio, observando desde la entrada, parecía atónito
El ojos azules, comenzó a temblar ansiosamente, pero extendió sus brazos y nado hacía al mayor, se aferro a su cuerpo y no lo soltó, Rengoku no le dirigió la palabra, lo tomo de su cintura y lo cubrió con sus tentáculos
-Perdón..-susurró el menor, el rubio lo apegó mas a su cuerpo y empezó a darle caricias a sus cabellos, algún día, tendrá que decírselo..
|| Al Día Siguiente ||
Tomioka abrió lentamente sus ojos, su rostro se volvió rojo de la vergüenza al encontrarse aferrado al pecho del mayor
-que pelinegro tan sucio~..- Giyuu cubrió rápidamente su rostro al escuchar la voz del rubio, este río al verlo tan apenado, ya que originalmente, él lo había puesto en esa posición, tiernamente, aparto sus manos y beso su frente, el menor se sonrojo bastante, su rostro ardía, hasta que recordó lo de anoche
-Kyo... tengo que preguntarte algo..- El mayor desvió su mirada, sabía lo que estaba apunto de preguntar, Tomioka notó el cambio de expresión en el mayor, suspiró agotado y lo abrazó, no iba molestarlo con ese tema.. sin embargo, quería saber sobre el plan del rescate de su hermana -no tocaré ese tema si te molesta.. pero dime, ¿como piensas salvar mi reino?
-Estuve pensando en ello toda la noche.. tienes que traerme el tridente- El menor lo miro con extrañez, ¿de cual tridente hablaba?
-¿de cual tridente hablas?
-La reina Sumeru, su tridente esta ocultó entra los pasadizos secretos del castillo junto a su retrato.. tal vez lo movieron de su lugar, al ser el tridente mas poderoso del mundo, pero hay un problema por el cual no todos lo llegaron a utilizar, el heredero tiene el derecho de utilizarlo con libertad, junto con su esposo o esposa., necesito que vallas al sur del reino, allí busca el retrato de tu hermana y muévelo un poco a la izquierda, toma el tridente y veté de ahí, el rey Genkei si te ve con eso te asesinara, y no puedo arriesgarme a perderte..- susurró el rubio, de repente, unas lágrimas rodaron por el rostro del menor, extendió ambos brazos y se aferró al cuerpo de su contrario
Kyojuro recibió su afecto y empezó a darle caricias a sus cabellos, cantándole a volumen bajo una canción que con mayor frecuencia su madre le cantaba
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°• Fuego •° / Omegaverse / UA
Romancesu belleza me enloquece! debe ser mío! - Sirenas - Creditos: @cami_kibutsuji - +18 - Rengiyuu