✿╣𝘊𝘢𝘮𝘱𝘰 𝘥𝘦 𝘧𝘭𝘰𝘳𝘦𝘴╠✿ {Xiao x Aether}

1.

Estaba subiendo las escaleras de la posada Wangshu con rapidez, pues, el viajero hacía mucho tiempo que no veía al Yaksha y echaba de menos su compañía. Estaba un poco nervioso de volver a verlo ¿Por qué? No lo sabe, pero tiene muchas historias que contarle sobre lo ocurrido en Inazuma y toda la gente nueva que conoció. En sus manos traía un plato de tofu de almendras, este era el favorito del adeptus.

Cuando Aether llegó al tejado de la posada, dejó el tofu a un lado y esperó a que el otro apareciese de la nada, siempre aparecía de la nada. No quería llamarlo por su nombre porque tenía miedo de que el adeptus estuviese ocupado con algo, aunque este dijo que lo llamase en cualquier momento y él acudiría.

El de cabello trenzado esperó en silencio, tal vez Xiao está ocupado y no sabía que el rubio iba a venir a la posada, pero ese no era el caso, como de costumbre el pelinegro apareció de la nada asustando un poco al rubio.

—¡Uh! ¡Hola Xiao!–Aether saludó al ya nombrado con alegría de volver a verlo, se sentía muy bien cuando estaba a su lado.

—Saludos Viajero, ¿Qué tal le va su viaje?– Preguntó el azabache, él se preocupaba mucho por Aether, el de ojos ambarinos era de los pocos mortales que no le molestaba su presencia, incluso se le hacía agradable.

Por alguna extraña razón el rubio se sintió realmente feliz porque el adeptus le haya preguntado cómo le ha ido, ahora tiene la oportunidad de contarle todo lo que ha pasado en Inazuma.

—¡Fui a Inazuma! Y he conocido a mucha gente y luchado con muchos mounstros muy poderosos e incluso vencí a la arconte electro– mientras Aether le contaba rodó lo que vivió en Inazuma, el pelinegro escuchaba con atención, eso es una de las cosas que más le gustan de hablar con el rubio, que apenas tiene que aportar a la conversación sólo escuchar con atención y dedicarse a mirar al de pelo trenzado.

Mientras Aether seguía contando todo lo que pasó en aquellas islas, Xiao escuchaba con atención cada palabra, le encantaba la voz del rubio era agradable estar escuchándole y aunque prefería estar solo, pero algunas veces se sentía demasiado solo y cuando el rubio llegó a su vida esa soledad que sentía se fue, realmente Aether es uno de los mejores amigos de Xiao, bueno, el único.

—¿Y tú Xiao? ¿Hiciste algo mientras yo estaba en Inazuma?– El de ojos ambarinos miro al azabache y este tardó un poco en contestar, estaba demasiado concentrado escuchando a Aether.

—Uhm, bueno siempre hice lo mismo de siempre, matar todo lo que sea una amenaza para Liyue– contestó sin más aún así el rubio estaba satisfecho con eso.

—Y también visité un lugar nuevo, pero supongo que eso no es interesante para ti porque ya lo habrás explorado– dijo Xiao mientras se apoyaba en la barandilla a ver el paisaje que se veía desde el techo de la posada.

Aquí Aether vio la oportunidad de pasar un poco más de tiempo con el Yaksha y la aprovechó.
—¡Llévame a ese lugar contigo! Seguro será divertido aunque ya lo haya explorado– mientras decía eso Aether se acercaba a Xiao invadiendo su espacio personal.

—Uhm, bueno si así deseas, y no te acerques tanto necesito mi espacio personal- el azabache miró al rubio alejarse un poco para darle su espacio mientras sonreía

—Vayamos ahora entonces– El de cabello trenzado miraba al adeptus con una sonrisa.

—Está bien, usaré mis poderes adepticos para llegar antes– Xiao se acercó a Aether y lo agarró de la cintura con cuidado, el rubio se sorprendió, se esperaba eso de todo el mundo menos de aquel adeptus.

En un abrir y cerrar de ojos estaban en el sitio que Xiao había mencionado, el viajero estaba viendo el observando sus alrededores, para el era un sitio increíble.
Era un campo lleno de flores de todos los colores y especies, aquello era tan fascinante y bello, exploró mucho Liyue, pero núnca había visto esta parte.

—¡WoW, Xiao! Esto es realmente bonito, esto es tan bello– al rubio le brillaban los ojos, el Yaksha lo había traído a un lugar realmente lindo cuando volteó pudo ver a Xiao mirándole con una flor en la mano.
El azabache puso la flor en el sedoso cabello de aether al lado de su oreja y le miró por unos segundos.

—Te queda bien– El adeptus sonrió levemente, Aether núnca lo había visto sonreír antes el era una persona muy sería y está era la primera vez que lo veía sonreír y las mejillas del rubio se tornaron de un color rosado pálido mientras le seguía sonríendo al azabache.

—Muchas gracias– mientras decía esto el rubio se estaba sentando en el suelo para ver mejor las flores y el Yaksha lo imitó.

Ambos se quedaron en silencio absoluto no era incómodo, era agradable, los dos chicos miraban las flores tranquilamente en silencio disfrutando de su compañía, Aether no podía parar de sonreír simplemente no podía, y Xiao siempre tenía la misma cara seria de siempre, pero su mirada se veía más tranquilidad, como si algo o alguien haya calmado su deuda karmanica.

Siguieron en silencio por un buen rato hasta que Xiao se dio cuenta que ya estaba anocheciendo.

—Aether– llamó al rubio

—Si Xiao?– este lo miro directamente a los ojos y se quedaron de nuevo en silencio mirándose a los ojos, el azabache podía ver los ojos color ámbar del rubio y el rubio podía ver los ojos color también ámbar del azabache.

Xiao señaló el cielo.
—Ya está anocheciendo– el de pelo trenzado se sorprendió de lo rápido que se pasó el tiempo y se levantó.

—Supongo que ya es hora de irme– por alguna razón esas palabras le dolieron al adeptus, no quería que el viajero se vaya, quería pasar más tiempo con él.

—Está bien– en eso el Yaksha también se levantó y justo cuando se levantó pudo notar como los brazos de Aether lo envolvieron en un abrazo, de nuevo invadiendo su espacio personal, pero esta vez no se quejó.

Estuvieron abrazados unos segundos y el el de pelo trenzado dejó de abrazarle.
—Nos vemos otro día, creo que puedo ir yo solo, no te preocupes–
parece que el de pelo trenzado le leyó la mente porque justamente le iba a preguntar qué si quería que lo llevase con sus poderes adepticos.

—Está bien, Adiós– Dijó eso cuando el viajero ya se estaba dando la vuelta para irse y se fue.
Xiao se quedó un poco más ahí, ese sitio era agradable para él, no había mortales, no había ruido, no había amenazas.

Era tan agradable que se quedó dormido allí, tumbado en todas las flores que le rodeaban y soñando algunas cosas que otras.

Y hasta aquí el capítulo!
Pensé en hacer esta historia mientras iba al médico 👍👍
Espero que la gente que la lea la disfrute