El señor Andrew Collins ya es un hombre mayor. Tiene 60 años, una dulce esposa y ocho adorables hijos; Lidia, Margaret, Oliver, Susan, Chris, James, Edward y Maria.
Esta historia transcurre en la década de los años 20.
La familia Collins, era la más adinerada de todo Londres, muy reconocida y respetada. Vivian en una gran mansión y tenian tres sirvientas, de las cuales solo una, era la encargada de cocinarle a la familia también.
Marianne Blood tiene 40 años y es la sirvienta encargada de mantener el orden y de cocinarle a la familia Collins. Se ganó la confianza de Andrew por lo que es algo así como la jefa del ala de servicio de la adinerada familia.
Lorena Collins es la fiel esposa de Andrew y madre de sus ocho hijos. tiene 55 años de los cuales 30 ha estado casada con su actual marido.
Lo que ni Lorena ni Andrew saben es que Marianne ha estado secretamente enamorada del señor Collins y que al no poder expresarlo, ha perdido algunos estribos.
Tampoco, ninguno de los dos se imaginan de lo que sería capaz de hacer Marianne por el amor de Andrew.
Nadie sabe que está dispuesta a hacer por él.
Transcurre el año 1921 cuando Lorena enferma violentamente. En ese tiempo la medicina no estaba tan avanzada como en los tiempos actuales, lo que hizo que llevara tiempo reconocer que era lo que le causaba tal malestar a la señora Collins.
Dos años despúes, en 1923 la señora Collins muere, luego de tiempo de estar postrada en una cama, agonizando.
Como es de esperarse, Andrew está desgarrado por su partida y llora desconsolado sobre el cuerpo de su amada esposa, ya sin vida y cubierto por la sábana de la cama, en la que tuvo que pasar sus últimos dos años de vida.
Andrew continua llorando su partida cuando siente una mano en su hombro, dandole apoyo. Se gira y observa a Marianne, sonriendole con dulzura y brindandole su apoyo.
En ese preciso momento fue cuando, sin que Andrew pudiera notarlo, el mismo infierno se desataba para la familia Collins.
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Enfermizo (Breve Historia)
Short StoryMarianne haría lo que fuera por los niños Collins. Incluso envenenarlos.