El año 1930 llega a la trágica vida de los Collins y ya nada vuelve a ser como antes.
No hay alegría. Falta la dulzura de Lorena. Se hace notar la ausencia de alegría que Margaret, Susan y Maria poseían. Y también hacen falta Edward, James y Chris, jugando a la pelota y molestando a Oliver, por leer en vez de jugar con ellos.
Para ese entonces, Andrew no tiene dudas. Hay una culpable. Y esa culpable, se llama Marianne Blood.
Oliver y Susan son adolescentes y tristemente los únicos hijos vivos del clan Collins. Se han estado protegiendo entre ellos con la ayuda de su padre también. Tienen 15 y 16 años además de una madurez inexplicable para su edad.
En conjunto con Andrew, se han asegurado de no ingerir nada que haya pasado por las manos de Marianne. Andrew no asegura con qué veneno en especifico, pero sabe que los niños han sido envenados hasta morir.
Es la tarde de un Martes y los niños -no tan niños- estan en el campamento Sellers, lejos de la casa, lejos de Marianne.
Andrew decide llevarlos allí mientras lleva a cabo su plan. Tiene las pruebas que necesita en la comida, no hace falta nada, Marianne debe ir a la cárcel.
Luego de una amorosa despedida, Andrew emprende el camino de regreso. Ya hablo con el abogado, presentó las pruebas y de vuelta en la casa, lo esperan varios policias escondidos y rodeando la manzana de la propiedad.
Minutos despues llega, encontrando a Marianne sentada en una silla mecedora, tejiendo y con la mirada pérdida en la ventana con vista al patio, donde los pequeños solian jugar.
-Tenemos que hablar.
-¿Qué sucede, Andrew?
-Lo sé todo. Sé cómo envenaste a mis hijos, sé que los mataste. Dudo que hayas hecho lo mismo con Lorena pero sabes que no me cuesta nada averigüarlo, a pesar de que haya pasado un tiempo de su muerte. Es mejor que te entregues, todo acabó.
Marianne palideció notablemente. Sin embargo una cínica y fría sonrisa, se formó en sus labios.
-¿Abriste los ojos, Andrew?
El nombrado, solo se contenia de no abalanzarse y golpearla, descargar su furia. Podría empeorar las cosas y no serian a su favor.
...
Es el año 1932 y para los Collins, todo terminó. Marianne se había entregado aunque no tenía manera de escapar.
Finalmente, cuando el juicio llegó, ella confesó los crimenes, e incluso explico que tipo de veneno habia usado y cómo. Aunque también admitió que nada tenia que ver con la muerte de Lorena, cosa que se comprobó, poco despúes.
El juez llegó a la conclusión de que debía darle la condena correcta para estos casos. La condenaron a pena de muerte.
Marianne finalmente murió, en abril de 1930, un mes despúes de ser descubierta por su esposo.
Finalmente había muerto la verdadera mujer asesina.
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Enfermizo (Breve Historia)
Cerita PendekMarianne haría lo que fuera por los niños Collins. Incluso envenenarlos.