En 1926 exactamente tres años despúes de la trágica muerte de Lorena, Marianne se encuentra felizmente casada con Andrew. Lo apoyó y consoló todo ese tiempo, por lo que Andrew pensaba que sería una bonita forma de agradecer todo su esfuerzo. Pero se equivocó.
Al fallecer su primer esposa, Andrew se había vuelto un padre totalmente dedicado a sus hijos. Vivia por y para ellos. Lamentablemente, esto era algo que Marianne, no toleraba a veces.
Lidia, Margaret, Susan y María, estaban sentadas en la mesa mientras que Marianne, preparaba su merienda, observando a la vez, desde la ventana de la cocina, como jugaban los varones de la familia Collins, en el jardín trasero.
Marianne estaba completamente cegada por los celos, haria lo que fuera por los niños. Para alejarlos de Andrew, claro.
Susan y Maria se habían cansado de esperar a que su madrastra sirviera el chocolate caliente por lo que se levantaron de la mesa y corrieron a sus habitaciónes para jugar con sus muñecas. En cambio, Lidia y Margaret, decidieron seguir esperando.
Las pequeñas niñas estaban tan absortas jugando, hablando y riendo entre ellas, que no notaron cuando su cuidadora, tomó un pequeño frasco de veneno y lo virtió en el chocolate caliente.
Guardó todo rápidamente, y sirvió la merienda a las niñas, ellas lo tomaron gustosas, sin dejar una gota.
Unas semanas despúes, ambas niñas Collins se encontraban envenenadas y agonizando en sus camas, enfermas. Nadie podía explicar lo que pasaba y por qué la desgracia golpeaba tan feroz para Andrew y su familia.
Dos semanas más tarde, las niñas ya habían muerto y con ellas, otra parte del corazón de Andrew. Marianne, a pesar de que no podia expresarlo, se sentía bien por ello, aunque aún quedaban seis niños más.
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Enfermizo (Breve Historia)
NouvellesMarianne haría lo que fuera por los niños Collins. Incluso envenenarlos.