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Yoon Ji-soo:
— ¿Qu...que? — pregunté, dudando de si había escuchado bien.
— Me gustas Ji-soo... y mucho.
No sé porque, pero mi reacción fue darle un golpe en su brazo.
— Oye... no debes de corresponderme si no sientes lo mismo. — dijo cabizbajo, sobándose el brazo. — Entenderé si solo me ves como un amigo y-
— ¿No es obvio? — lo interrumpí.
— ¿Qué?
— Tú tambien me gustas Woo-jin. — solté por fin.
— ¡¿Enserio?! — me miró con una sonrisa de lado, algo tímido.
Yo asentí con la cabeza, sin saber que más decir.
¿Qué se debe de hacer después de que dos personas confiesen que se gustan?
— Creí que estabas enojada conmigo por lo que hice allá abajo. — sé que se refería a lo del beso. — Fue un impulso, Dae-su me decía que me atreviera a hacer algo que llamara tu atención para saber si sentías lo mismo y pues lo hice. — hizo una pausa para respirar. — Creí que tú solo me veías como un amigo y yo no quería arruinar-
— Cierra la boca ya.
Saqué a la Ji-soo valiente de mi interior y de la nada, lo besé.
Tenía mis manos en sus hombros y las suyas estaban con suma delicadeza en mis mejillas.
Todo estaba tan perfecto hasta que un grito de Cheong-san nos alarmó haciendo que nos separáramos.
— ¡On-jo!
Cheong-san corrió hacia ¿Gwi-nam?
¿Cómo y cuándo llegó aquí?
— ¡Cheong-san! — gritó Su-hyeok, acercándose a él cuando Gwi-nam lo tenía bajo su cuerpo.
On-jo quiso ir a ayudarlo pero terminó siendo empujada muy fuerte por el chico.
Su-hyeok lo empujó con una patada pero parecía no haberle hecho ni cosquillas al otro. Comenzaron a pelear y terminó siendo empujado también cayendo sobre algunas sillas viejas.
