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DOMINGO 10 A.M.

—Padre nuestro que estás en el cielo, santificado... —el sacerdote decía la oración de cada día.

Su voz retumbaba por toda la iglesia, yo solo quiero irme de este lugar, literalmente me obligan a venir TODOS los domingos a misa y yo como el buen hijo que soy debo aceptar.

—Jungkook, debes hacer la señal de la cruz —decía mi madre sacándome de mis pensamientos.

A la salida todos se despedían, mientras yo esperaba a mi familia en el auto. Vivo con mi padre, mi madre y mi hermana menor.

—Hijo, hoy te vi muy pensativo dentro de la iglesia, ¿en qué piensas tanto? ¿quizás alguna chica? —dijo mi padre mientras me observaba por el espejo retrovisor.
Mi madre río al escuchar sus palabras.

—¿Será que nuestro Jungkook está enamorado? —ahora ella era la que interrogaba.

—No, no, nada de eso, solo pensaba en unas cosas de la escuela —dije mientras ellos asentían.

Al llegar a casa subí a mi habitación, me quedé observando la cruz y estúpidas fotos de Dios y María en las paredes, nunca me dejaron decorarla como yo quería.
Cerré la puerta con pestillo y me recosté en mi cama, abrí el navegador y entré a la "Biblia Satánica".

—Esta Biblia es divertida —reí al leer como hablaban tan bien del famoso Diablo.

Me llamaba la atención las distintas creencias, era tanta la diferencia que me parecía divertido.

—Él aquí es tan bueno, no sé por qué lo miran tan a mal... —seguía leyendo.

Al final de la Biblia había una parte que decía "Invocación del diablo para negociar".

—Y si lo invo... —me asusté al escuchar mi nombre.

—Jungkook! baja a llevarle la canasta a los nuevos vecinos. —gritó mi madre.

Bajé rápidamente, ella tenía esa costumbre que cada vez que llegaban vecinos nuevos tenía que llevarles una canasta para "tener paz". La vi con la canasta en manos mientras sonreía.

—Hijo, hay nuevos vecinos, ¿serías tan amable de llevarles la canasta?
—repitió sus palabras mientras me la entregaba.

—Claro —le devolví la sonrisa y salí por la puerta.

Observé como las personas bajaban las cosas del camión de mudanzas, toqué el timbre y salió una señora dándome una sonrisa al ver la canasta en mis manos.

—Hola, mi nombre es Jeon Jungkook, hijo de sus vecinos, mi madre me pidió que le trajera esta canasta —dije mientras se la tendía.

Ella me sonrió y la recibió.

—Muchas gracias, joven Jeon. —dejó la canasta abajo.

—No hay de qué. —me despedí de ella, pero antes de irme me tomó del brazo.

—Joven, mi nombre es Lee EunHa, como agradecimiento tu familia está invitada mañana a cenar a las 8:00 p.m. —dijo mientras entraba a su casa.

—Muchas gracias, Señora Lee —hice una reverencia y me fui a mi casa.

Al llegar le comenté a mi madre y se puso alegre, subí a mi habitación y volví a retomar lectura de la Biblia, había quedado con ansiedad sobre cómo se hacía esa "invocación".

Debes prender 6 velas en el baño (la luz debe estar apagada y debes hacerlo de noche), coloca agua tibia hasta arriba en la bañera y una taza de sal. Al tener esto listo tienes que sumergirte y nuestro señor te dará la mano, si sucede esto significa que funcionó.

Lo leí y me sorprendió lo sencillo que era, así que bajé y fui a la bodega que tenían mis papás, ahí tenían velas, tomé las seis y un paquete de sal, rápidamente llevé todo a mi habitación y lo escondí, planeaba hacerlo al otro día.

—Hijo...—mi madre golpeó la puerta.
—Entra —le dije sentándome en mi cama.

Se acomodó a mi lado y sacó una cajita de su bolsillo, la abrió y ahí se encontraba una cadena con una cruz de plata.

—Debes colocártela, ayer el sacerdote nos entregó esta cajita a todos los padres para que nuestros hijos creyentes tengan al señor de su lado, a tu hermanita ya se coloqué —decía mientras me la pasaba.

—Claro, gracias madre —sonreí falsamente mientras me colocaba la cadena.

—Se ve estupenda! agradece al señor que él ahora estará junto a ti acompañándote en las buenas y en las malas.

—Gracias señor... —hice la señal de la cruz y mi madre salió de mi cuarto.

Si supieras...

SATANISMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora