#03

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—Jungkook! ¡¿Estás listo?! ¡debemos ir a cenar a la casa de la Señora Lee! —mi madre me gritaba desde abajo.

Mierda, me había olvidado de la cena...

—¡Ya voy! —salí de mi habitación y bajé por las escaleras.

—Dae, la Señora Lee tiene un hijo de tu edad, pueden ser amigos —le dijo a mi hermana mientras le daba una sonrisa.

—Mamá, recuerda que Dae no es muy sociable con otros niños —le dije al verla incómoda.

—Si, si, pero debería tener más amigos y así no estar tan sola —dijo mientras salía por la puerta.

Mi padre salió de los últimos, nos dirigimos a la casa y tocamos el timbre esperando a que abrieran la puerta.

—Hola! soy BaekHyun —dijo un pequeño abriendo la puerta.

—Hola cariño, soy la Señora Jeon, un gusto en conocerte, ¿está tú madre en casa? —dijo tratando de observar al interior.

—Sip, entren y yo voy por ella —nos sonrió.

Entramos a la casa, aún faltaban cosas para decorar, habían unas cajas ordenadas a un costado, Baek nos llevó a la mesa y nos sentamos.

—Hola! un gusto en conocerlos, soy el Señor Lee —nos sonrió al salir por la cocina.

—Buenas tardes, yo soy el señor Jeon, mi esposa y mis dos hijos —nos señaló e hicimos una reverencia en forma de respeto.

Llegó la Señora Lee y nos servimos la comida, estaba delicioso así que agradecimos gustosamente, Baek y Dae se hicieron amigos y se fueron a jugar, nuestros padres conversaban y prácticamente yo estaba de sobra ahí, me fui a sentar al sillón y observé las fotos en las murallas, habían cuadros de ellos e imágenes de...Dios.

—Que importante eres, viejo que resucita —reí y tomé mi celular para entrar a redes sociales.

Ya había pasado 1 hora y mis padres me llamaron.

—Hijo, ya nos vamos! —me llamó mi madre.

Fui donde ellos y me despedí amablemente.

—Muchas gracias por la cena del día de hoy, Señora y Señor Lee —hice una reverencia.

—No nos agradezca a nosotros, agradece al Señor que nos permite comer estos alimentos. —me dijo el señor Lee.

—Oh, claro... —les di mi sonrisa falsa.

[...]

Ya estábamos en casa, mi madre había ido a leerle un cuento a Dae para que durmiera y mi padre estaba acostado.

—Hijo, ¿irás a dormir? —dijo ella mientras bajaba por las escaleras y me observaba.

—Si, pero quería conversar contigo sobre algo que le está sucediendo a DaeHyun. —le dije mientras se sentaba a mi lado.

—¿Qué sucede, hijo? —me acarició la mejilla.

—El profesor de Dae está abusando de ella, no quiero que vaya más a esa escuela, madre. —vi como sus ojos se abrían y su expresión cambiaba a una de preocupación.

—¿Puedes explicarme la situación, Jungkook? —decía para luego morder sus uñas.

—Ella me contó que...

Le conté lo que Dae me había dicho, mi madre comenzó a llorar sobre todo porque mi padre no le creyó a su propia hija ni a su hijo, las palabras que le había dicho fueron como cuchillos en su corazón, le había dolido saber de que manera podrían haber tocado a su angelito. La abracé para consolarla y dijo que iría a hablar a la escuela, también que cambiaría a Daehyun y que conversaría con mi padre sobre el asunto.

Subí a mi habitación y vi la hora, ya eran las 00:00 hrs.

—Que rápido pasa la hora... —me recosté en mi cama y me quedé escuchando música.

[...]

Ya eran las 2:30 a.m. así que fui al baño para dejar las cosas listas, prendí las 6 velas y comencé a llenar la tina con agua tibia, cuando ya estaba lista le coloqué la sal y me quedé esperando, faltaban solo 5 minutos para poder meterme.
Ya era hora, me sumergí en el agua, me quedé ahí por bastante rato, no sentía nada y ya me estaba rindiendo por la falta de oxigeno. Cuando ya me estaba desmayado sentí como alguien me levantaba, al salir comencé a toser, miré a mi alrededor y las velas estaban apagadas.
Me asusté, no sabía si en realidad funcionó pero saqué las cosas y me cambié de ropa, fui a mi habitación y me topé con una gran sombra que se podía notar por la luz de la luna que entraba por mi ventana, habló con una voz muy ronca a mi oído.

—Hola pequeño, ¿cuál es el trato?

SATANISMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora