Apreté mis manos con fuerza,
estabas ahí,
actuando como si nada,
actuando como si nunca hubiera habido un "nosotros".
Que me evitase me jodia demasiado,
me jodia que me ocultase sus sonrisas,
sus tonterías que me alegraban el día,
las miles de dudas que siempre había en su cabeza,
me jodia que dejase de ser él.
Claro que soy consciente de que era una puta egoísta
y que lo seguía siendo,
pero no podía cambiar eso.
Me frustraba demasiado,
me frustraba que me hiciese eso,
que escondiese su magia,
la magia que siempre admire de él.