Zorrolobo

El camino del Alfa

La mañana siguiente fue muy tranquila, muchos se encontraban reunidos en la plaza principal para empezar a entrevistar a mis padres, en casa se encontraba un periodista, el único autorizado para poder ver y anotar todo lo que mi padre haría con los dragones para difundirlo en los periódicos locales. Mi padre estaba realmente muy nervioso, no sabía exactamente si ir o no, pero mi madre empezó a consolarlo y a decirle que todo estaría bien y que si el iba sería beneficioso para la manada entera, así mi padre tendría ya el valor de levantarse e ir rumbo hacia las colinas de los dragones.
Al cabo de unos minutos, mi padre se levantó y se vistió poniéndose sus mejores prendas para estar presentable, desayunó y le explicó al periodista lo que harían ambos y como sería el camino rumbo a las colinas. Al salir de la casa, muchos otros lobos y algunos entrevistadores querían acercarse para hacer muchas preguntas acerca de lo que haría con los dragones y en cuanto tiempo regresaría, mi madre no salió para que estuviera tranquilo dentro de la casa y ni viera como mi padre saldría de la ciudad y ni la volvería a verlo durante varias horas, la gente se acercaba más, pero, mi padre se negó a contestar todas las preguntas por la prisa que tenía de ir y regresar lo más pronto posible para estar con mi madre y conmigo, lo único que dijo fue "Haré que los dragones estén conformes para que la paz en esta ciudad este siempre presente" y luego solo se dió la vuelta y se dirigió a la salida de la ciudad.
La gente lo seguía y algunos no querían que se fuera, pero nada lo detuvo ya que estaba decidido, el periodista lo seguía por detrás y apuntaba lo importante que el lobo dijera o hiciera durante el camino y con los dragones.

Era un trayecto largo, ya que debía caminar primero por un pequeño prado donde trabajaban los agricultores y de ahí caminar hacia el sur, donde llegaría a la mina, a un costado no tan cercano estaba la escalera para comenzar a subir y llegar a la ciudad de los dragones, en total tardarían aproximadamente más de 10 horas tomando en cuenta que iban a pie, pero eso no era la gran cosa ya que, los lobos de nuestra manada tienen la capacidad de trabajar por mucho tiempo y aún tener energía para seguir, cuando ocurrió la sequía que mató muchos de nuestros cultivos, varios lobos salieron a buscar muchas semillas alrededor de la zona y recorrían Miles de metros todos los días hasta llenar los cultivos de nuevo, y aún así, varios de ellos regresaban bien y con energía de sobra, muy pocos fueron los que murieron a manos de otras manadas o por condiciones físicas.
Entonces para mí padre el ir y volver de la colina no sería lo más mortal que haya hecho en su vida, pero, lo que en verdad le preocupaba era el como reaccionaria los dragones y que tanto exigían, como lo mencioné, ellos son muy exigentes y si los lobos no le daban lo que ellos pudieran, podrían incluso hacer una emboscada hacia nuestra ciudad y acabar con todos, ¿Que sería de mi si eso pasaba? Mi padre no quería que la única familia que tenía muriera y el quedará solo.

Pasaron las horas y ambos lobos estaban aún en las colinas, ambos platicaban entre ellos para no aburrirse tanto.

Periodista: Oiga señor, y porque no vino acompañado de su esposa y Zero, apuesto que los Dragones le regalarían algo como lo hicieron algunas otras manadas.

Hunter: La verdad es que no, los dragones de las colinas son muy egoístas, desde que son crías, se les educa con que ellos son de las tazas más superiores y fuertes que otras existentes, es por eso que son muy apáticos con otras manadas y aveces están en conflicto con manadas como la de las hienas o con leones.

Periodista: Bueno, pero, tu crees que ella serían capaces de atacar a nuestro pueblo si algo sale mal.

Hunter: -dejaba salir un suspiro- Los dragones de las colinas varias veces han atacado a nuestra manada pro generaciones debido a la ubicación de nuestra ciudad, cerca de la falda del su montaña, cuando hace 30 años se firmó el tratado de tierras y se entregó a nuestra manada un terreno más amplio para la expansión y prácticas de cultura y pesca, ellos empezaron una oleada en contra de nosotros porque una parte de su montaña ahora era de nuestra propiedad, y fue una guerra que costó miles de vidas, no fue hasta que, mi padre modificó el tratado de tierras para especificar que nosotros solo tendríamos la falda de la montaña y no la punta, los dragones lo aceptaron y como si nada hubiese pasado, se retiraron de muestro pueblo.