Un pequeño alfa

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Bueno, toda historia tiene un comienzo ¿No es así? La mía es una historia un tanto especial y espero estén atentos ya que creo que es interesante.
El día que nací fue el día donde comenzó todo ya que no solo era un cachorro de lobo si no que, mi padre era el alfa de una gran manada que siempre ah sido la mejor por los alrededores y eso es debido a la hospitalidad que todos tienen aquí, y por la fuerza de todos los lobos que han luchado para evitar ser dominados por otras manadas o especies superiores.
Así que yo fui el mejor regalo que mi padre pudo haber tenido ya que el siempre había querido ser padre y poder criar aún hijo para continuar la descendencia. Aunque realmente el momento exacto de mi nacimiento no lo recuerdo tan bien, recuerdo que mi padre me nombró Zero, si, ese es mi nombre, Zero y aún no se que significa o si le gustó ese nombre pero ese eligió y al parecer también a mi madre también le gustó mucho ya que no se negó ni nada.
Mi padre me presentó a la manada una semana después de haber nacido, y la verdad las reacciones de los otros lobos fueron de asombro y alegría ya que ello significaba que yo sería su líder en algún futuro no tan lejano y que el legado de mi familia continuaría por más tiempo.
Todo parecía que tendría un desenlace bueno, pero no fue así... Cuando tenía 3 meses, mi padre no había resuelto un asunto con los dragones de las montañas y se debió a mi nacimiento, los lobos alfas deben proteger a sus crías para que crezcan bien, fuertes y sanos y eso mismo era lo que mi padre quería para mí, eso hizo que muchas cosas las dejara de hacer pero muchos lo entendían bien, por ejemplo, había firmado antes un acuerdo con leones para dividir la zona de cultivos que cada año debía ser renovada adaptandose a los cambios que tuviera el terreno, así como la construcción de casetas para campesinos que beneficiará a ambas manadas, el año de mi nacimiento mi padre no pudo asistir y mando a una persona en representación de él y no paso nada, los leones entendieron bien y hasta le mandaron algunos regalos, pero el problema con los dragones de las colinas es que ellos son muy exigentes y poco empáticos y por ello esa noche fue cuando mi padre estuvo amenazado.

Hunter: -Mi padre esa noche estaba mirándome junto a mi madre, me estaban alistando para que me durmiera- Mi pequeño Zero, algún día serás un lobo alfa como tú papá.

En ese momento un fuerte dragón rojo de las montañas aparece como si nada por la puerta del cuarto, no se le veía agresivo.

???: ¡Hola! -El dragón se acerca a mi padre y le acaricia la espalda mirándome- Así que este es el nuevo alfita, ¡Hijo del gran Hunter!

Hunter: ¡Oye! -Mi padre al sentir al dragón acariciándolo, se mueve un poco para que deje de tocarlo- Kabu, ¡¿Qué haces en mi casa y como llegaste hasta aquí?! -Dijo algo enojado-

Kabu: ¿Qué como llegué aquí? Pero si aún recuerdo cuando está también era mi casa, ¿No recuerdas? -Dijo aquel dragón en un tono algo burlesco, se entendía que quería dejar mal a mi padre-

Kory: -mi madre en ese momento abraza a mi padre- Dinos que quieres Kabu, Hunter ya me contó mucho sobre ti y se que si veniste es por algo.

Kabu: Oh, así que está es la madre del pequeño cachorro y esposa de quién alguna vez fue mío -Decía el dragón acercándose a mi madre- Debo admitir que eres muy bella y que si no estuvieras con este lobo, te podría dar una oportunidad para que estés conmigo.

Hunter: ¡Déjala Kabu! -Dijo mi padre y le daba un manotazo al dragón- ¡Solo dinos que carajo quieres!

Kabu: Oye, oye, oye, no estoy siendo violento contigo, así que no seas así conmigo, pero tienes razón, mira Hunter, lo que pasa es que aún había quedado pendiente resolver aquél asunto de la mina que tus hombres hicieron en mi montaña.

Hunter: Por favor Kabu, es solo una vieja montaña que está en mi terreno.

Kabu: ¡No! No lo entiendes, esa montaña es parte del patrimonio de los dragones.

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