Aún cuando permanecía en silencio, juraba que su corazón se podría escuchar a kilómetros. La adrenalina comenzaba a hacer su efecto en su cuerpo.
Igual a como como le había enseñado su padre, mantuvo los pies firmes sobre la tierra, contuvo la respiración, estiró el arco y «pum», justo en el blanco.
— ¡Genial, papá se sentirá orgulloso cuando le enseñe mi primera cacería exitosa!
Con cuidado, cargó al animal después de sujetarlo con cuerdas y se dirigió hacia su ciudad natal, la gran Tenochtitlán.
— ¡Tajtsin¹, tuve éxito en mi primer cacería!
— Vaya, si que es un buen animal el que traes ahí, pero no me digas que lo fuiste a cazar sin nadie más.
Incontables fueron las veces en que le advirtieron de los peligros por salir sin compañía y ese momento de silencio respondía por si solo, el pequeño de sangre azteca se rió con nerviosismo y la mirada de su padre se volvió sombría.
— ¡Con el látigo no, papá!
···-------------···
Horas más tarde, después de comer orgulloso lo que había cazado, corrió con prisa a una de las grandes pirámides que se alzaban con grandeza sobre el territorio.Los rayos cálidos del sol iluminaban su camino confirme subía a lo alto, ignorando el hecho de que parecían ser una infinidad de escalones, llegó a la cima y se sentó a apreciar el atardecer, intentando calmar a su agitado corazón para comenzar con un nuevo intento.
Inhalar. Exhalar.
Repetía lo mismo cada vez a un menor ritmo. Pronto, logró percibir muchos espíritus de animales a lo largo de todo el territorio azteca y más allá de este.Deseaba poder unirse a uno de ellos y obtener por fin aquella fuerza de la que su familia estaba orgullosa. Sin embargo, parecía ser que los animales que el quería lo ignoraban.
Resignado, se tumbó en el suelo dándose cuenta de que su padre estaba a su lado.
No pudo evitar sentirse frustrado, pues su padre lucía unas hermosas alas de águila. Supuso que llegó volando hasta él, pues era imposible subir tan rápido.
— ¿Aún no has complementado tu yolotl²?
— No, hay demasiados de ellos. Incluso puedo ver otras criaturas que jamás he visto.
— Mmm, eso es extraño. No es normal que logres ver espíritus más allá de nuestro territorio.
Volviendo a recobrar su compostura, el pequeño azteca se sentó correctamente, sintiéndose cada vez más ansioso por el silencio.
— Padre, ¿cuándo podré tener unas alas como las tuyas?
— Hijo mío, todo es cuestión de tiempo para que descubras tu verdadero ser.
— ¿Qué pasa si no lo consigo? ¿Y si nunca llego a descubrir mi fuerza interior?
— Tanto en ti como en mi fluye la sangre de un guerrero, estoy seguro de que lo conseguirás.
Una vez más se hizo el silencio, iba a intentar conectarse otra vez, pero alguien llegó corriendo hasta la cima.
— Mi señor, los dioses de la profecía han llegado.
— ¿¡Dioses!? Iré inmediatamente a recibirlos, ¡que preparen todo tipo de ofrendas a nuestros dioses!
Dictada aquella orden, extendió sus majestuosas alas para bajar con prisa a recibirlos, olvidando a un pequeño azteca quien corría detrás con cuidado de no caerse.
Jadeante, se sentía emocionado por aquella noticia, quizás podría preguntarle a los dioses el secreto para convertirse en un verdadero guerrero.
Una vez llega, miró asombrado aquellas armaduras plateadas, brillando como si fuesen la luna misma.
Conforme se acercaba, podía escuchar un idioma extraño. ¿Acaso los dioses no conocen nuestra lengua? Era raro que necesitaran una traductora. Sin embargo, si aquella era la lengua de los dioses, con mucho gusto se dedicaría a aprenderla.
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Tajtsin¹: amado padre. También puede ser "papasito". (Náhuatl).
Yolotl²: Corazón, espíritu o esencia. Relacionado con una naturaleza divina. (Náhuatl).
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Alas
FanfictionAún habiendo ocurrido hace más de 500 años, los recuerdos de su juventud seguían golpeando con fuerza. Poder olvidarlo todo sería una bendición inalcanzable, pues su vecino le molestaba con frecuencia y su "padre" no dejaba de llamarlo por ese dolor...