IV

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Zoro y Sanji disfrutaban mucho paseando por la costa, Sanji le compraba dulces, pues amaba ver las expresiones que hacía mientras los comía.

   — Sabes, te podría preparar algún platillo, cocino muy bien, ¿quieres? — preguntó Sanji.

   — ¿Enserio cocinas?, ¿cosas como estás?.

   — Aún no soy tan bueno en los dulces, pero en otros platillos si.

   — Vaya, entonces me gustaría mucho.

   — Hola pequeños niños, ¿les gustaría un dulce más?, son muy ricos — habló un desconocido.

   — Me gustari- — Sanji no pudo terminar de hablar.

   — Creó que fueron muchos dulces Sanji, vamos para probar tu comida — habló Zoro llevándose de ahí a Sanji.

   — Si que eres un niño listo — pensó el desconocido.

En el camino Sanji no pregunto nada, ya que veía que aquel peliverde iba un poco molesto, y ¿quién sabrá por qué?.

Después de caminar por un rato llegaron a la casa de Sanji, ambos entraron en silencio, no querían llamar la atención y asi llegar hasta la cocina.

   — ¡Llegamos!, je —dijo Sanji.

   — Wou, es una sala muy grande.

   — Asi parece, dime, ¿qué te gustaría?.

   — Cualquier cosa estaría bien.

   — De acuerdo.

Sanji cocinaba y Zoro recorría la cocina, viendo todo lo que ahí había. Hablaban y reian, los dos estaban bien, no se sentia incómodos, nada, para ellos era agradable pasar el uno con el otro. Algo que Zoro el pequeño marimo buscaba desde mucho tiempo.

   — Vaya vaya, ¿qué tenemos aquí? — habló Yonji uno de los 3 hermanos que molestaban a Sanji.

   — Parece que Sanji trajo a su noviesito a comer algo, que patético — dijo Niji.

El hermano mayor Ichiji solo se reía mientras Reiju veía desde la distancia.

   — Ya déjenme, es solo un nuevo amigo — habló Sanji.

   — Cállate un fracaso como tu no tiene amigos — intervino Ichiji.

   — S-solo déjennos en paz — dijo Sanji.

   — Creó que no será tan fácil — hablaron los 3 hermanos.

   — ¿Acaso no escucharon?, dijo que nos dejen solos, larguensen de aquí — gritó Zoro.

   — ¿Quién te crees que eres? — dijo Ichiji.

   — Alguién que te puede dar una lección — habló Zoro dándole una mirada intensa.

   — Q-que cara-, vamos de aquí — exclamó Ichiji mientras salía de la cocina.

   — ¿Qué fue eso Zoro? Wou, enserió hicistes que se fuera — habló fascinado Sanji.

   — Era lo que querías — dijo Zoro sonriente.

Sanji no podía ocultar su sonrojo, eso lo dejo un poco ¿enamorado?, tal vez, nunca se sabe que llegue a suceder.

   — Z-zoro ya está lista la comida, prepare algo sencillo.

   — Wou, esto está exquisito, ¿enserió lo preparaste tu?, ¿qué esto?.

   — Si jeje los hice yo, se llaman "onigiris", me alegra tanto que te hayan gustado.

   — Wou, AMO LOS ONIGIRIS, EN ESPECIAL AL QUE LOS PREPARO.

Espera, ¿qué pasó aquí?, ¿enserió Zoro dijo eso?, ¿o solo será una confusión del termino "amar"?. Cosas que nunca se sabrán, como la identidad de ese "desconocido".

CONTINUARA~

𝑍𝑜𝑟𝑜 𝑦 𝑒𝑙 𝑠𝑒𝑐𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑚𝑎𝑟𝑖𝑚𝑜𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora