Una chica nueva.
Dos chicos.
Apuestas.
Lo típico en un libro cliché, ¿no?.
Pues este no es un cliché.
¿Freya es inocente? ¿Freya es virgen? ¿Quién se acostara primero con Freya? ¿Quién enamorara primero a Freya? ¿Lo hará Christopher? ¿Lo hará Christ...
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Esto de ser el responsable de la familia, nunca me gustó, por supuesto, tener que cuidar a mi copia mal hecha, tener que limpiar la casa, cocinar, fregar y ser jardinero, es entretenido, pero no es algo de lo que quisiese vivir.
Es eso o ser otra carga para mi madre, cosa que no quiero, ella mucho tuvo y tiene que aguantar con mi hermano, para yo también ser una carga mas para ella.
Siempre trate de ser un hijo ejemplar y desde los 15 años no meterme en ningún lío para justamente no provocarle emociones no desudas a mamá y ser eso, responsable de la familia.
Pero hoy, aquí, con mi madre frente a mi, matándome con los ojos, definitivamente ser el responsable de mi familia, no es divertido. Puesto que por la culpa de Christian, la habían llamado de la institución, avisando que yo no había asistido al colegio y mi hermano sí, que mi hermano le había mentido a una maestra diciéndole que le dije a mi madre que iría al colegio y no estuve ahí.
Básicamente, diciéndole a la maestra que me escape sin llegar al instituto.
Es un imbécil.
Y si antes quería golpearlo, ahora tengo muchas más ganas de hacerlo, quiero golpearlo hasta que no recuerde su nombre, hasta desconfigurar su cerebro y dejarlo todo horrible por tantos golpes.
Se lo merece, se lo merece y no pienso discutir eso con nadie.
—¿Dónde fuiste, por qué no asististe al colegio? Quiero que me seas sincero, Christopher Bryant Vélez Muñoz —me dijo con molestia.
La doña sí se ha enojado en verdad. Nunca me llama por mi nombre completo, oh no, esto es malísimo. ¿Es mal momento para ponerme a rezar?
Aunque, bueno, lo único que hice fue quedarme dormido.
Tampoco es un pecado, pero madre no me creerá y va a pensar que estoy siguiendo los pasos de mi hermano cuando no es así, pero sabiendo lo terca que es esta mujer, lo hará, pensara mal de mi.
—Te lo juro, lo he esperado de él —apunta a mi copia mal hecha que acaba de entrar a la cocina y claramente no logro escucharla porque se voltearía ofendido como si fuera santo, y mamá me mira a mi. —, pero, ¿de ti, Bryant?
—Christian apagó mi alarma, todo el tiempo estuve en la casa—confesé. —, me he quedado dormido porque tú hijo lo decidió así.
Mi madre mira a Christian que iba saliendo de la cocina nuevamente con un tazón lleno de palomitas de maíz y jugo en su vaso de Batman.
—¿Es eso cierto, Christian? —le preguntó mi madre con una clara molestia colocando sus brazos como jarras, mi hermano sonrió.
—Sí —dijo encogiéndose de hombros y llevando el vaso a su boca. —, pero fue porque él se lo merecía.
—¿Por qué?
—Porque está saliendo con la chica que me gusta, ¿puedes creer eso, madre? Lo está haciendo de nuevo —gruñó él, mi madre me miro con una clara advertencia en los ojos.
