Kin no tamamushi

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-¡Giyuu-San!-Aoi no dejaba de llorar mientras sujetaba el cuerpo del omega mayor, el cual no había dejado de vomitar gusanos y sangre-¡Aguante, por favor!-Sus manos temblaban fuertemente, nunca antes había presenciado algo tan grotesco.

-Lo_-Ya llevaba un rato tratando de hablar, pero el que los gusanos subieran por todo su cuerpo hasta salir por su boca, le dificultaban las cosas-Sien_-Aquellos seres viscosos junto a la sangre caían dentro de un balde con sal para matarlos de inmediato.

-¡No hable, por favor!-Senjuro Rengoku, quien tristemente vio todo al ir a visitar a su hermano mayor, se encontraba allí también, ayudando en todo lo que podía-¡No diga nada! ¡Nosotros nos encargaremos!-Echaba más sal sobre los gusanos, ya que la sangre humedecía esta misma.

-Debe_-Una nueva oleada de vomito le impidió hablar nuevamente-Irnos-Pese a todas las arcadas y sonidos asquientos, ambos jóvenes fueron capaces de escuchar perfectamente lo que el omega decía-Ustedes_-Aoi le limpió la boca con un paño húmedo -Peligr_-No era capaz de hablar bien hasta que finalmente la cantidad de gusanos comenzó a disminuir.

-Sí. Nos iremos todos de aquí-Ambos estaban decididos, debían abandonar la sede esa misma noche.

-Pero primero, usted debe ser curado-Ambos lo llevaron al baño que estaba en la Finca del mayor, ya que se encontraban en ese lugar-El agua caliente lo hará sentir mejor-

-No-Se alejó como pudo de la bañera-No hay tiempo. Debemos irnos. Todos debemos irnos-La sangre volvió a salir de su boca, pero esta vez por culpa de una horrible tos-¡Les harán lo mismo a ustedes por ayudarme! ¡Debemos irnos ahora!-Los chicos lo ayudaron a caminar hasta su habitación-...Me cambiare de ropa, sacare dinero y nos iremos-

-¿Quiere irse en ese estado?-Aoi lo ayudó a sentarse correctamente sobre el futon armado en su habitación.

-Usted se encuentra muy mal. No debería siquiera poder ser capaz de moverse en ese estado-Los ojos de Senjuro seguían derramando lágrimas, cosa por la cual Giyuu se las limpió con sus temblorosas manos.

-...No se preocupen por mí, no ahora...Debemos irnos. Sí descubren que ustedes están aquí, les harán lo mismo, o tal vez algo peor. Vámonos de aquí. Vengan conmigo...-Les tomó las manos con las lágrimas saliendo de sus ojos, lágrimas que no habían salido antes-...No puedo dejarlos aquí...-El solo pensar en dejar a todos los niños que amaba en un lugar como ese, le rompía el corazón-...No puedo hacerlo...Los amo demasiado...No puedo abandonarlos...-

-...Giyuu-San...-Ambos comenzaron a llorar, sin dudar ni un segundo más en abrazarlo-¡GIYUU-SAN!-

-...Je...-Las lágrimas también corrían por sus mejillas, pero ni un solo sollozo salía de sus labios. Correspondiendo el abrazo lentamente debido al infernal dolor que sentía, liberó un poco de sus propias feromonas para tratar de calmarlos-...No los abandonaré aquí...-

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La reina de los demonios (Muzan x Giyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora