Dulzura:
Sigue pasando el tiempo. Hay cosas que ya no duelen, pude sanar la herida que habíamos abierto juntas, me pude poner a repensar todas aquellas situaciones. Claro, hoy me doy cuenta de que todo fue muy confuso, muy caótico, muy nuevo para nuestra corta edad. Incluso llego a creer que fuimos demasiado ingenuas, vos hiciste lo que pudiste y sentiste que era correcto, a mi no me importaba absolutamente nada, yo me sentía dispuesta a chocar contra todo. Era una locura, ambas cinchando hacia un lado diferente, creyendo que íbamos a alcanzar lo mismo.
Hace una semana volví a soñar con vos, aunque ya no vea tu instagram y no me cruce a tu hermano. Soñé con vos: como en la mayoría de sueños en los que llego a verte, estás de fondo, caminando por una calle, saludando de lejos. ¿Será un indicio de que ya es hora de soltarte por completo? ¿Será que ya no tengo que esperar que volvamos a retomar esa bellísima y dulce amistad que teníamos? Bueno, ambas sabíamos que no era una amistad, pero los momentos que pasábamos como amigas, escuchando música, cantando, riendonos por la calle, comiendo ramen y hablando de ese grupo que tanto nos gustaba... eran hermosos, irrecuperables, únicos.
Qué triste es decir que la confianza que te otorgué, nunca pude volver a dársela a ninguna otra amiga.
Nunca volví a sentir que era la hermana de alguien, nunca hablé de cosas tan profundas con otra amiga, a nadie volví a darle una pulsera de la amistad ni mucho menos un dije como el que compartíamos. Fue inocente pensar que íbamos a usarlos para siempre. Yo sigo usando el colgante que me regalaste por mi cumpleaños, ese que es una clave de sol que me diste mientras me decías "Yo sé que tus abuelos tienen una joyería, pero creo que es lo mejor que puedo darte".
Yo sigo usando ese colgante.Espero volver a encontrarte.
En mis sueños, por la calle, en algún lado. Donde sea.
Espero volver a verte.
Te sigue extrañando (pero ya no duele)
La morocha.
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Rizos Dorados.
PoesíaCartas a un amor que nunca tuve por razones que no quiero entender o no quieren darme a entender. Extraño lo que éramos, o lo que no fuimos o quisimos ser... Te doy estas cartas, se que nunca tendré el valor de darte una a la cara. Si arruino alg...