Corpse bride [Karzer]

[O2]

Caminaba con el ceño fruncido por el bosque, hace rato que se había hecho de noche y no tenía ningún plan de volver a esa mansión o a su propia casa. No quería casarse, el matrimonio no era algo que fuera de su interés y menos con una desconocida.

Se sentó en un tronco y suspiro cansado. Sus padres habían puesto tanto en ese día, y realmente le frustraba que lo único que ellos quisieran fuera el dinero y volver a estar en la parte alta de la sociedad.

Saco el anillo del bolsillo en su saco, lo observó por unos cuantos segundos, pensando en todo lo que había sido el día de hoy y su futura boda con aquella chica a la cual solo le conocía el nombre.

Se levantó decidido, lo único que le quedaba era aceptar el compromiso y seguir con su vida, aún que no amará a aquella chica, quizá conviviendo juntos podría llegar a algo.

Caminó por el bosque buscando algún lugar para poder practicar. No muy a lo lejos logró visualizar un gran árbol de roble con varias flores rodeándolo, era el lugar adecuado.

Se sentó en un tronco y acomodó su traje, aclaró su garganta listo para hablar.

—Que difícil es esta mierda —tallo su rostro con desgano. No lograba juntar bien las palabras.

Unos minutos más en los que decidió pensar mejor que palabras utilizaría. Ya listo y con las palabras que creía adecuadas continúo.

—Ari, se que comenzamos un poco raro y que parece que en realidad no quiero casarme, lo cual no es mentira, pero no es a lo que vengo. Me pareciste una chica muy linda y siento que quizá más adelante podremos sentir algo de verdad, así que con la mano en el corazón —colocó su mano derecha sobre la parte izquierda de su pecho —Te pido que seas mi esposa —terminó, colocó el anillo en una rama con forma de mano.

Se dio un facepalm interno, era horrible, realmente así nadie iba a querer estar con él. Estaba por quitar el anillo de la rama pero un pequeño temblor lo asustó, haciéndolo levantar rápido y mirar como la tierra se abría y alguien comenzaba a salir.

Juraba que su alma había salido de su ser y estaba viendo todo desde otro lado. Había salido del suelo un chico de estatura promedio y cabello dividido a la mitad en blanco y negro. No aguanto más y se desmayó.