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--Erik, pequeño, ven a comer. – dice con voz cantarina Raven observando a su gato que mira con odio a Hank y este sintiendo un poco de temor por el gato, está consciente de que lo odia y en algún momento va a saltar sobre él para matarlo.

"¿pequeño?" piensa con desagrado los calificativos que le dice su humana, porque si, Erik no se ve como la mascota de Raven, sino al revés, Raven es su mascota, porque ella hace lo que él le pide cuando quiere.

Su pequeño estomago ruge, con hambre, conoce sus horarios de comida, pero no le da el lujo a su humana de hacer lo que ella le pide, tiene que hablarle más hasta llegar a las suplicas.

--Erik, la comida ya está lista. – vuelve a llamarlo, logrando captar un poco de su atención. – Y te va a encantar, es salmón lo que más te gusta.

Con esto último, la atención de Erik deja de ser Hank y se centra en su comida, deja su lugar en el sofá y camina por delante de Raven, él jamás caminaría detrás de un humano, ellos lo tienen que seguir. Ella coloca su tazón en el lugar correspondiente para después Erik acercarse a comer.

--Tu gato me odia. – la atención de Raven deja de ser su gato para ver a Hank que tiene una mueca en su rostro.

--Claro que no. – contradice ella con una sonrisa. – Erik odia a todos. – dice riendo por el gesto del ojiazul. – Excepto a mí, él me quiere.

"En tu imaginación, humana" piensa Erik al escuchar a la rubia.

--Si tú lo dices. – comenta Hank haciendo memoria de todas las cosas que ese gato le ha hecho a su novia. – ¿Nos vamos?

--Claro, solo voy por mi abrigo. – responde Raven alejándose.

Estar solo con el gato no es muy de su agrado, espera que Raven no demore, observa como Erik come con tranquilidad, le parece tierno como come, pero el sentimiento desaparece cuando Erik voltea a verlo y lo mira directo a los ojos, el odio lo puede sentir.

Por su parte Erik se divierte espantando al debilucho de ese humano, no le hace nada malo porque sabe que hace feliz a su humana y si ella es feliz hace lo que Erik quiere cuando quiere, así que por un buen tiempo solo puede espantarlo para divertirse. Así como tiene planeado hacerlo ahora, comienza a caminar lentamente hacia Hank sin quitarle la mirada, lo que provoca que el otro retroceda hasta chocar con un sofá y caer en este, Erik no para, cuando esta sobre los pies lo sorprende brincando encima, quedando sobre sus piernas, con pasos muy pequeños inicia a caminar hasta quedar en el pecho, se detiene y con sus patitas delanteras comienza a amasar, sacando todas sus garras, provocando leves quejidos de dolor en Hank.

--Cariño, pero que haces. – cuestiona la voz de Raven, toma entre sus manos a Erik, lo abraza y le besa su cabeza, mientras le dice: - Pórtate bien, no llegaremos tarde.

Erik se retuerce entre los brazos de la humana, "déjame, déjame" es lo que dice, pero los humanos solo escuchan maullidos, cuando esta por sacar las garras, Raven lo deja en el sofá, vuelve a despedirse de él y esos dos desaparecen por la puerta, al estar solo, se dice que es mejor descansar, así que se traslada hasta su cama, donde se acomoda y duerme.

......

--¡Erik no! – el grito de Raven alerta a Hank, quien se levanta de su escritorio y corre a donde cree que proviene el grito al escuchar algo romperse.

Al llegar a la cocina ve a Erik en la isla, viendo hacia el piso, su vista deja al gato y viaja a la dirección que este mira, donde se encuentra Raven recogiendo pedazos de cristal con mucho cuidado en un charco de agua.

--¿Qué paso?

--Erik tiro por accidente el vaso. – responde Raven sin despegar la vista del suelo.

La bola de estambre perfecta / CherikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora