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- El fin de semana de ambos chicos se resumía en solo una palabra; Preocupación.

Pará SungHoon era aún más difícil que para HeeSeung pues este sentía constantes mareos y tenía vómitos matutinos. HeeSeung empezaba a tener los mismos síntomas.

Se encontraba acostado en su cama. Dos de la tarde, sus padres tocando cada media hora y él solamente diciendo 'Estoy bien'. HeeSeung sabía que no podría siempre quedarse en ese lugar, tenía que encontrar una solución. ¿Pero cual sería?. Todo fue una sorpresa y realmente no quería terminar con su vida pasada.

La puerta fue tocada nuevamente pero ahora una nueva voz estaba detrás de ella – HeeSeunggie~ alfita, soy tu Omega, JungWon. ¿Podrías abrirme? –

Aquella voz fue como un caramelo para los oídos de HeeSeung, el cual se levantó rápidamente sin siquiera pensarlo y se dirigió hacia la perilla para abrir la puerta. JungWon paso rápidamente sin importarle, como estaba vestido o si apestaba o algo, le abrazo y beso sus mejillas expandiendo rápidamente su tranquilizador olor a chocolate.

–¿Estas bien?, tus padres se han ido, puedes contarme–Fue lo primero que dijo el Omega separándose poco a poco del mayor.

HeeSeung apretó el agarre de la cintura de su Omega y se acercó a su cuello. Eran muchas emociones en ese instante, y las más predominante era enojo y tristeza. No sabía que hacer ni con quien desquitarse.

JungWon por su lado se encontraba un poco más confundido de cuando llegó a casa de su alfa. Sus padres jamás le habían visto tan decaído como ahora. Le tomó unos minutos para darse cuenta que su cuerpo estaba muy cerca del mayor y que este estaba dando lentos besos sobre su blanquecina piel de su cuello.

– S-seunggie, ¿Pasa algo? –Preguntó nervioso, poniendo sus manos en el pecho del mayor tratando de alejarlo a una distancia un poco sana.

–Estoy totalmente bien, solo quedate conmigo –Los besos continuaron, y JungWon solo curveo sus labios sin poner objeción a las acciones del alfa.

Fueron minutos de esa manera hasta que la posición de ambos se hizo aún más comprometedora cuando el pelinegro tomó de los brazos al menor y lo estampó contra su cama, poniéndose justamente sobre las piernas separadas de JungWon.

– HeeS-seung, ¿Estas en celo? –No entendia realmente. Ningún olor se hacía presente en la habitación, HeeSeung se había mantenido neutral y sin presentar ningún síntoma.

–No. –Contestó llevando sus manos hacia la cintura del Omega empezando a hacer pequeños círculos sobre ella.

JungWon no sabía cómo responder ante sus toques. Pequeños gemidos empezaron a salir de sus labios cuando los movimientos de sus manos empezaron a tocar zonas prohibidas. Las manos del alfa pasaron sobre su pecho y empezaron a desabotonar su camisa y meterlas dentro de esta. Dirigió sus pulgares hacía uno de sus pezones comenzando a hacer movimientos circulares en sus aureolas, fue ahí cuando Yang empezó a quitarle de encima con su brazo, en ese mismo instante la mano desocupada del alfa tomó el brazo del Omega y lo llevó hacia atrás apretandole fuertemente. No se percataba de lo que hacía, quería sacar toda aquella furia que tenía. JungWon empezó a removerse sobre la cama y empezar a decir palabras que HeeSeung aún no captaba por estar tan embelezado en su enojo.

No se dio cuenta hasta que el pequeño Omega empezó a sollozar.

JungWon lloraba y HeeSeung entró en razón. Cuidadosamente se levantó dirigiéndose al baño sin ver atrás.

JungWon era un desastre. Marcas sobre su cuerpo, su cara llena de lágrimas y su cabello rizado se había hecho un desastre.

Se miró sobre el espejo del baño, lavo sus manos y después su cara. En ese instante se odio por lo que le había hecho a su propio Omega sin su consentimiento. Se odio tanto por prestar tanta atención a un enojo y no a una solución, se odio por no cuidarse y tener que dejar todo atrás para llevar una vida como padre.

𓏲  𝗨𝗺𝗯𝗿𝗲𝗹𝗹𝗮. ! #𝗛𝗲𝗲𝗛𝗼𝗼𝗻 ﹆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora