–¿Ya despertó? –Su padre salió felizmente de la cocina dejando el trapo a un lado.
SungHoon dejó su pequeño bolso en la silla y se sentó justo en esta mirando a su papá, su cara no era muy buena, se podría resumir en pequeñas ojeras y ojos rojos.
–Aún no papá –Le contestó– BeomGyu me dijo que me ayudaría, y lo hace pero todavía no hay señal de HeeSeung, su lobo se aferra a JungWon...
HyunJin suspiro y se acercó a su hijo. Le tomó de su cabeza y le acercó lentamente a su pecho –No temas bebé, HeeSeung volverá algún día y te seguirá amando como la primera vez...
SungHoon asintió y pequeñas lágrimas saladas empezaron a salir de sus pequeños ojos. Levantó sus brazos y rodeo la cintura de su padre atrayendo lo más hacia él. Confiaba en las palabras.
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–Es niño –Respondió dando suaves caricias a su vientre. La viejecilla que se había puesto a un lado de él le preguntó sobre él seco del bebé y bueno, no se negó en decírselo.
–Wow, ¿Y quien es su padre? –
SungHoon iba a responder, cuando se la nada una voz le llamó de lejos –¡SungHoon! –
La viejecilla levantó la mirada, aquel alfa debía ser la pareja del muchacho a su lado. Sonrió por lo tiernos que ambos se veían.
– BeomGyu, ¿Como esta...?
–Aún no hay respuesta...
SungHoon mordió su labio y miró al suelo. BeomGyu noto eso y llevó sus manos hacia la cara del Omega enviando su vista hacia la suya y conectando miradas –Se que estas preocupado, pero le hace daño a tú bebé...
–Moriré yo también ¿No es así? –
El alfa se apartó del Omega. El momento fue silencioso y notablemente estresante –Hay sólo algo que puedes hacer...
–¿Sí?
–Qué otro alfa te marqué.
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– Jay, Jake, Dios, tanto tiempo sin verlos –Abrazo a ambos chicos y estos rápidamente le correspondieron. La línea del metro sonaba intensamente el pasar de los trenes y el aire frío pegaba sobre sus mejillas.
–¡No debiste venir por nosotros! –Caturreo JongSeong rápidamente quitándole su bolso de encima y ayudándole a cargarlo.
–Es verdad Hoonnie, nos preocupa mucho tu estado, aparte Kinnie ya tiene 8 meses – Jake, el único alfa presente se acerco hacia su brazo derecho y lo tomó ayudándole a subir las escaleras para dirigirse hacia el auto.
Los tres llegaron al aparcado, Jay metió las maletas hacia la cajuela y después de eso subió poniéndose en el lado del copiloto y su alfa atrás. –Venimos rápido en cuanto supimos sobre HeeSeung... Aún sigo sin creerlo
–Yo también –Respondió SungHoon si quitar la mirada de la carretera – BeomGyu me dijo que era un caso extraño pero que era posible, él alfa de HeeSeung no me acepta y al parecer no lo hará nunca–Apretó un poco el volante y sus labios se fruncieron levemente.
–Me parece raro Hoonnie –Él alfa habló –Una persona no puede hacerle caso siempre a su lobo, yo como alfa, no siempre puedo estar al pendiente de él, ya que hay algo que se llama racionalidad y eso es mas fuerte que el instinto.
SungHoon miró hacia el espejo retrovisor mirando a Jake mientras hablaba – HeeSeung probablemente esté luchando por su lobo, ya que como antes decían, se amaban y su lazo aunque fuera inexistente por medio del alfa, el amor que te tenía HeeSeung era increíblemente grande...
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Él azabache llegó al hospital esa mañana. Sus pies dolían horriblemente, y unas ojeras se posaba en su cara. Ese día iría a ver a HeeSeung. Ya habían pasado días que no le había visto, cada día no podía dejar de soñar con él y con lo feliz que serían si aquello no hubiera sucedido.
Se dirigió hacia el ascensor y recargo su cabeza en la pared suspirando pesadamente. Llevó sus manos hacia su vientre y empezó a moverlas sobre este poco a poco sintiendo cierta acidez dentro de él. Y es que, desde la mañana, se sentía totalmente cansado y adolorido. Su vientre dolía notablemente, era un dolor agudo que no le dejaba caminar en algunas ocasiones.
Puso una mano en su espalda sobandola poco a poco. Sus mejillas se inflaron tomando un poco de aire y soltando lo en el mismo momento. Fue ahí donde un dolor proveniente de su vientre hizo que flaquear a sus piernas y se agachar a poco a poco. Sudor empezó a bajar de su cara.
–A-ah–Gimio ante el dolor que le provocaba.
El ascensor se abrió poco a poco y como pudo salió de él, encontrándose con BeomGyu fuera de este mirándolo con una sonrisa, no fue hasta que miró la situación y el alfa rápidamente le tomó de los brazos –¡Una camilla por favor! –Grito desesperadamente.
Las enfermeras se pusieron alerta y rápidamente trajeron los instrumentos necesitados. SungHoon quería cerrar sus ojos, todo a su alrededor se ponía cada vez más borroso, BeomGyu tomó su cara entre sus manos y la movió lentamente – SungHoon, escuchame, perderás sangre y no resistirás la operación, tu marca desaparecerá completamente en esta y tu lobo morirá, hará algo, por favor no te enojes conmigo, es para salvar tu vida.
Aquello último no fue escuchado por el Omega. El alfa llevó su nariz hacia el cuello de SungHoon y olisquio el bonito olor de este. Suspiro y cerró sus ojos llamando a su lobo desde lo más profundo de su ser y cuando obtuvo una respuesta positiva, sus iris cambiaron de color a unas rojas y sus colmillo crecieron entre sus dientes. Se acercó aún más dando unos cuantos besos en el cuello del Omega y por fin clavando sus dientes formando un lazo. Cerro la herida con unas pequeñas lamidas y se alejo de la camilla no sin antes besar la mano del Omega y despedirse de él.
SungHoon despertó de un largo sueño. Sus pequeños ojos de gatitos abrieron y fue ahí cuando vio que estaba en una camilla de hospital y estaba rodeado de flores y regalos. Se alteró un poco al ver que su bebé no se encontraba en sus brazos hasta que dio una pequeña vuelta encontrando lo justo en su lado derecho en una pequeña cuna. Trató de acomodarse un poco en la cama para verle, pero en aquel instante la puerta fue abierta y un olor intenso a cacao se colo sobre su nariz. Olor que le provocó muchísimas emociones. – BeomGyu...
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