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-Creí que me dejarías plantado- hablo un rubio alto

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-Creí que me dejarías plantado- hablo un rubio alto.

-Y porque crees eso, te recuerdo que me debes un helado por estamparlo a mi cara-hablo con ironía el rubio de mejillas regordetas.

-Ya me disculpé, aparte te dije que te compraría uno.

-No me convence.

-Entonces deja que te convenza yo-hablo estirando la palma de su mano para que el omega la tomará.

-Sorpréndeme-y tomo su mano, para después caminar lejos del campus.

-Realmente no creí que fueras a aceptar-el de mejillas abultadas dejo de comer helado para observarlo-Realmente lo planeé mucho

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-Realmente no creí que fueras a aceptar-el de mejillas abultadas dejo de comer helado para observarlo-Realmente lo planeé mucho.

-Espera, me estás diciendo que me golpeaste a propósito- dijo mientras fruncía su entrecejo.

-No, no la verdad no sabía cómo acercarme, lo del balón fue coincidencia solo aproveche la oportunidad. No te alteres Park- soltó una pequeña risa al ver como aun mantenía su entrecejo fruncido.

A sus ojos simplemente perfecto.

-Bueno ¿Por qué querrías invitarme?

-¿Por qué no?

-Eso no es una respuesta para mi.

-Eres muy hermoso y-respiro hondo-Quiero que seas mi omega.

En ese momento sintió una rara sensación recorrerle por todo su cuerpo, pero no sabia describirlo.

-Ah e-este yo- el alfa noto como este se ponía tenso.

-Park, no quiero una respuesta ahora, solo dame una oportunidad, yo te podría dar todo lo que necesites y más, realmente me gustas-el pequeño rubio se sonrojo a mas no poder y desvió la mirada.

-Yo, yo no sé qué pensar digo no nos conocemos mucho y aun no tenía planeada una relación.

-Solo dame una oportunidad, conozcámonos y veremos qué pasa, prometo que no te vas a arrepentir-le mostro una sonrisa sincera.

-Está bien-el pequeño rubio acepto, pero con una rara sensación en su pechito-Debo irme, le prometí a Tae que le guardaría helado y se derretirá si no me apuro-se levantó de la silla y tomo su mochila.

-Te acompaño- dijo el más alto repitiendo la acción, a lo que el pequeño rubio asintió para después ponerse en marcha.

—TaeHyung deja de moverte tanto o saldrás borroso— hablo el pelinegro un poco molesto, ya que el castaño no paraba de moverse, el solo quería tomarle una fotografía

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—TaeHyung deja de moverte tanto o saldrás borroso— hablo el pelinegro un poco molesto, ya que el castaño no paraba de moverse, el solo quería tomarle una fotografía.

—Pero Hyung, tú me dijiste que actuara natural— se defendió el castaño.

—Sí, pero eso no significa que tengas que estar de allá para acá como cualquier día— el menor ladeó la cabeza al no entender. —Cuando digo actúa natural me refiero a tus expresiones.

—Oooh, bueno pues explícate— el castaño se cruzó de brazos.

—Y dime tu que craj…— no termino al escuchar la puerta abrirse. Dirijio su mirada ahí al igual que el castaño, para observar como el pequeño rubio entraba al dormitorio totalmente sonrojado. —JiMin, ¿Paso algo? ¿Por qué estas así? —el pelinegro se cruzó de brazos.

—Eh, ¿Así como? —se detuvo a unos pasos del pelinegro.

—Así de rojo— volvió a decir ahora frunciendo el ceño.

—Es verdad JiMinnie estas entomatado— esta vez hablo el castaño.

—Ah, Es solo que hace mucho sol— el rubio fue directo a la cocina a dejar el helado en la nevera dejando a el castaño asomándose por la ventana para confirmar el clima y a un Jin no muy convencido aún en su misma posición, pero ahora entrecerrando sus ojos y siguiéndolo con la mirada.

—Deja de mentir JiMin y dinos la verdad.

—Si Chimchim he confirmado que el sol esta igual que todos los días— el castaño camino hasta el rubio y golpeo la pequeña mesa que estaba enfrente de ellos. —Habla ahora o no te compartiré de mi helado— amenazo de una manera muy tierna.

El rubio suspiro rendido. —TaeMin dijo que yo le gustaba-
— dijo para bajar su mirada nuevamente avergonzado.

—¿Qué?— el pelinegro fue directamente hasta ellos. —¿Enserio?

—No puede ser— el castaño puso su cara totalmente asombrada, pero después de unos minutos la puso seria.

—¿Qué les sorprende? ¿No era obvio? —dijo el más bajo de estatura.

—Bueno no pensé eso, solo creí que te quería para otra cosa, Mmmh, tu sabes lo de siempre—el pelinegro se sentó en la silla junto a la mesa.

—¿Qué es lo de siempre?— pregunto inocentemente el castaño.

Los chicos se miraron, no sabiendo que contestar, ya que el castaño no sabía de esos temas, se diría que solo lo básico, gracias a la escuela.

—Nada Tae tu sabes— dijo algo nervioso.

—Mmmh, no, no se— respondió confundido.

—Pues ¡Matemáticas! Tu sabes lo bueno que es JiMin en las matemáticas. Talvez lo iba a amenazar para que le hiciera la tarea o yo que se— termino de explicar esperando que el castaño se lo creyera.

—Que espantoso, lo bueno que él no es así— el castaño sonrió de la manera más tierna posible.

Cada vez que el castaño sonreía así, les transmitía paz, amor, comodidad, esperanza, y felicidad, así que no pudieron evitar sonreír de vuelta.

Que paz.

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𝙳𝙾𝙽'𝚃 𝚃𝙾𝚄𝙲𝙷 𝙼𝙴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora