—Entonces — dije mientras trataba que mis pies no se hundirán tato en la nieve — ¿tenemos que ir con Aslan? — los castores caminaban tranquilos guiándonos — ¿y como salvaremos a Ed? — Peter tomó mi brazo al igual que el de su hermana.—La nieve es más profunda — asentí girando de nuevo a los castores.
—Aslan lo salvará.
—Él siempre nos salva — asentí tomando el brazo de Peter que movía su cabeza tratando de acomodar su cabello, ya que lo tenía en la cara, estire mi mano y lo acomode.
—Y él... ¿es humano? — pregunte con algo de temor a que se ofendieran de alguna manera, deje de acomodar el cabello de Pete y me sonrió.
—No, es un león.
—Oh — la conversación se quedó zanjada ahí.
Suspiré levantando mis pies, que por suerte estaban con mis botas más cómodas y resistentes.
—Tus manos están frías — murmuro Peter.
—Tal vez, por que estaba nevando — mire como se sonrojó más de lo normal, ya que el frío nos había mantenido sonrojados.
Alce mi mano tratando de quitar un pequeño copo de nieve que estaba en su pestaña, él se detuvo, dejado que si hermana pequeña ir con la mayor.
—Tu nariz.
—¿Que tiene? — pregunte.
—Es mas más linda sonrojada — sonreí un poco sintiendo como pasaba sus manos por mi cabello ahora suelto, ya que los lobos se quedaron con mi listón — creo que nunca te había visto con el cabello suelto.
—Mamá dice que atrae malas energías — respondí mientras sentía como pasaba sus dedos por el.
—Te ves muy linda con el así — sentí como las yemas de sus dedos tocaron la parte de atrás de mis orejas cuando pasaba mi cabello detrás de ellas.
Nunca me había sentido así, no con Peter, pero creo que nunca había sentido algo así por nadie, ¿será que esta era la sensación de la que hablaba Hope?
Alce mi mano tocando el brazo de Peter, siguiendo todo el recorrido hasta su mano, la cual seguía en mi oreja.
Las yemas de mis dedos tocaban su piel, sentía como se erizaba al tener mis dedos muy fríos, un suspiró salió de sus labios algo pálidos por el frío.
Creo que hasta ese momento me di cuenta que había quedado encantada per ellos.
Deje mi mano sobre la suya, hasta que un sonido peculiar llamo mi atención.
—¿Esos son? — dijo alejándose un poco.
—¿Cascabeles? — dije mientras miraba como algo se acercaba.
—¡ES LA REINA! — escuchamos el grito algo lejos — ¡CORRAN! — todos comenzaron a correr.
Peter sostenía mi mano haciendo que le siguiera el pazo, miramos como los demás llegaron al bosque, nosotros al habernos quedado de pie, estábamos más atrás.
Corrimos bajando una pequeña colina, pero me detuve al sentir como me jalaron de la ropa.
Peter trato de tomarme, pero se detuvo y solo me empujó mas contra lo que sea que me haya tomado, giré mi cara encontrándome con Susan.
Suspiré abrazando a Lucy, al igual que sentí como él me abrazaba con uno de sus brazos y con otro a Susan.
Se escuchó como el trineo paro, abrase con más fuerza a Lucy, a su vez Pet nos atrajo más a él.
—Iré a ver — las tres nos aferramos a la ropa de Peter.
—No, no, no, por favor — comenzamos a susurrar todas.
—Yo iré — los cuatro míranos al castor, por ese segundo me arrepentí.
—Y-yo... — en pequeño me detuvo.
—Ustedes deben estar a salvo— salió lentamente.
Me abracé aún más a Lucy tratando de tener algo de control en lo que pasaba, ella se aferró mas a mis brazos conteniendo un gemido de terror.
Algo se asomó a donde estamos, haciendo que gritáramos, Peter nos abrazó con fuerza atrayéndonos hacia atrás.
—Pueden salir — suspiré captando que era el castor, solté un poco a Lucy — les trajeron obsequios.
—Santa — dijo Lucy feliz mientras miraba al hombre bajar una enorme bolsa de terciopelo roja del trineo.
Todos nos acercamos lentamente.
—Creí que no había habido navidad en años.
—Bueno, así fue — respondió el hombre sonriente.
—Tu energía, me parece especial — sonreí un poco nerviosa — toma — extendió un pequeño paquete, lo abrí encontrándome con un pequeño espejo, el cual tenía aspecto antiguo, era un poco pesado — pregúntale algo — fruncí el ceño — anda.
—¿Que camino debemos seguir? — dije con duda, pero extrañamente el espejo me mostró unos árboles, giré a mi alrededor encontrando que era el camino detrás de mi — ohhhh...
—Te ayudará a encontrar cosas o personas, solo no abuses de el.
—Gracias, señor — admire el pequeño objeto en mi mano con admiración, guardándolo en mi bolsillo.
No sabía el gran poder que él me había obsequiado, y luego que le entregara réglalos al resto de los chicos, solo se despidió y se fue...
14|04|22