capitulo 5

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¡Se ha subido nuevamente para aclarar el orden! (siento emocionarlas con capítulos nuevo) ¡No lo es!

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Los días transcurrían, mis costillas iban sanando y yo me iba hundiendo cada vez más, mamá no se movía de mi lado, y aunque yo seguía viendo solo los copos de nieve, me hablaba, como si la escuchara, como si le entendiera, yo no lo hacía, no escuchaba a nadie y no era capaz de ver a nadie, aquellos copos eran lo único que mantenía mi vista. Decidieron darme suero por que no habría la boca, las enfermeras se habían dado por vencidas, no podían golpearme por no querer comer, no podían hacer nada.

-hola...

Sophia...

-Dicen que no oyes nada, que estas en un estado de shock y negación —su voz tiembla- ¿Cómo es posible que una niña tan dulce como tu terminara así?...vamos Alice, no puedes quedarte así, tienes todo por delante... no te destruyas, no ahora.

Un llanto sale de lo más profundo, toma mi mano y la aprieta con fuerza

-no me dejes Alice... con Alan te tenemos algo que decir, seremos papás Alice, estoy embarazada, tienes que conocerlo.... ¡Maldita sea Alice por favor!

Sonrió internamente, Sophia será mamá, Alan debe estar encantado, ellos se lo merecen, son todo lo que yo nunca podre ser, una lágrima cae por mi rostro, cierro los ojos, no quiero seguir despierta

Sophia lo entiende, solo besa mi frente y se marcha destrozada, me he convertido en alguien como troyer, quien me ve lo destrozo.

Siento la puerta abrirse nuevamente, abro los ojos para ver quién es, Dylan me observa, ha bajado de peso y se ve desaliñado, sus ojos rojos son notables, se acerca a mí, no me sonríe, solo toma mi mano y me deja algo, las Alas...las Alas que troyer me regalo ¿Por qué las trajo?

-no sé si me entiendas o me oigas, solo vengo a despedirme Alice...

¿Qué?

-Aun me acuerdo cuando troyer me pidió como buscar un regalo perfecto, le di ideas tan estúpidas —sonríe- pero él siempre supo lo que quería, fuimos a una joyería y las hizo él, tomo clases Alice ¿puedes creerlo? Las formo con sus propias manos, tardo mucho tiempo antes de terminarlas, se cortaba pero nunca se dio por vencido...por que las Alas eran su salvación, tú eras su Salvación ¿te imaginas lo que es estar en la perdición total? ¿Qué cuando creías haberla tenido te la vuelven arrebatar?... —hace una pausa- ya no aguanto verlo amordazado, me siento como en aquellos años donde nunca pude hacer nada...porque es volver a lo mismo, no puedo evitar que no lo adormezcan, no puedo evitar que se haga daño con las cuerdas, aun no acepta la muerte de pepe, Margarita y Abby ya no saben qué hacer, ella aun no puede vivir su duelo y ya está teniendo que pasar con lo de troyer, Abby no lo quiere dejar...pero no se puede ir con nosotros

Mis ojos viajan a los de Dylan, él me sonríe.

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-si Alice, nos iremos, me llevare a troyer un tiempo, no permitiré que lo inyecten, si me tiene que golpear que me golpee...pero no soportare verlo un día más amordazado, nadie sabe que lo llevare, la doctora Green cree que es mejor retenerlo, sé que lo quiere ayudar, pero sería como ser un ratón de su experimento...troyer no es eso Alice —frunce el ceño- sé que si hablaras o entendieras lo que te estoy diciendo estarías de acuerdo conmigo

No, no te lo lleves lejos de mí...

-no iremos a la mansión, nos iremos a su casa, ahí nadie la conoce, solo unos pocos...estaremos ahí Alice, no nos marcharemos del todo.

Pero no quiero que se vaya, por primera vez después de mucho tiempo mi alma viene a mi cuerpo y la hace reaccionar, mis sentidos vuelven a sentir, vuelvo a vivir y el dolor de están consciente de ello es tormentoso, doloroso, desastroso.

Dylan me besa la frente, pero antes de que se aleje de mí del todo tomo su mano, la aprieto  con fuerza, intentado que vea el sentido de mi acto, que no se vaya, que vea que aun puedo, aunque nadie lo note, aunque yo no lo crea, aunque yo no lo quiera.

Su mirada se cristaliza, se aferra con fuerza a la mía, caigo en lo que esto significa, me doy cuenta que ya no se puede hacer más, mis ojos buscan los de Dylan, me sonríe y no puedo sonreírle de vuelta, no puedo...

Solo saco las suficientes fuerzas para terminar esto

-llévatelo —susurro- llévatelo y que nadie le haga daño Dylan, llévalo muy lejos, lejos de mi...que no recuerde, que se sane y se olvide de su pasado —mi voz tiembla- que se olvide...de

-Basta pequeña...no lo digas.

Su abrazo me envuelve, me da calidez y me vuelve débil, me doy cuenta que puedo pararme, me bajo de la cama y Dylan me mira asustado

-no hace nada... -lo tranquilizo- debes irte... ahora, te ayudare.

Dylan asiente, apenas toque aquel timbre rojo todo el hospital vendrá a verme, le daré tiempo, cuando lo presiono Dylan sale, yo camino hacia el ventanal con lágrimas en los ojos, los copos caen con intensidad, hay más que de costumbre, la ventana esta empañan, la toco y esta fría, cierro los ojos y vuelvo abrirlo de inmediato cuando siento lo que tengo en mi mano, las Alas...

Las beso delicadamente, las acaricio, cuando la puerta se abre me las coloco, las enfermeras me toman de las manos y les sonrió

Me miran como si estuviera loca, pero les sonrió porque por fin él es libre, por fin podrá olvidar todo lo que lo atormenta, ellas no podrán inyectarlo, ya nadie más, volverá hacer el troyer que yo conocí, del que me enamore...

Llego a la cama y suspiro, me ponen un sedante, mis ojos se van cerrando con una sonrisa en mi rostro, toco las Alas y unas cuantas lagrimas me acompañan.

Él se sanara, él se olvidara de su pasado y estará bien, él será capaz de superarlo...él se olvidara completamente de mí.

El capítulo se seguirá en la semana, Anastasia

Mi Prohibición Blanco & NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora