Ashley [EDITANDO]

Capítulo 7

Capítulo 7 : Nunca te olvidaré

—Tengo sueño—camino junto a Keen  de camino al patio trasero y tomar un gran descanso después de una mañana de clases—¿de qué te ries?

—De nada—aguanto la risa, le miré con mala cara

—Keen—le mire fijamente —¿de que te estás riendo?

Soltó una carcajada,mientras que su mano aguantaba su estómago

》Es que no supero la cara de la profesora Marie cuando te quedaste dormida.

Bufé— no me juzgues ¿vale? Tenía sueño.

—Vale vale no te juzgo— dejó de reír y me sonrió —te quiero.

Me quedé fija mirando a un punto en específico sin decir nada; ¿acaso dijo "te quiero"? No le había dado cuenta de que Keen se colocó delante de mi tomándome de las manos.

》¿Ashley?—me sacó de mis pensamientos sacudiendo su mano.

—¿Huh?—bajó su vista com decepción—Keen, mírame—me miró con ojitos de perro mojado—yo también te quiero.

¿QUÉ DIJISTE QUÉ? AY POR FAVOR SI TU NI TE QUIERES A TI MISMA NO TE ENGAÑES MÁS.

Mente cállate.

Pero en sí mi conciencia tiene razón. ¿En serio dije te quiero? Pues tengo que admitir que me salió del corazón sin pensarlo dos veces. A Keen lo quería, le he cogido un cariño inmenso, desde que nos conocimos ya me distraigo de esos recuerdos malos de mi pasado y me ha ayudado a mejorar bastante. Cuando me vaya lo voy a extrañar mucho.

Y hablando de irme, me estaban llamando desde el altavoz solicitandome en el despacho de la directora.

—Ashley Madison se le solicita en el despacho de la directora, por favor Ashley Madison se le solicita en el despacho de la directora.

Bufé y me despedí de Keen dirigiéndome al dichoso despacho, mientras caminaba contaba mis pasos.

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Llegué al despacho, estaba en frente de la puerta , tomé aire y toqué, al momento se escuchó un pase. Abrí y entré.

Allí estaba la gran directora, era una mujer un poco mayor, no era ni jóven ni muy mayor, tendría apróximadamente unos cuarenta. Se veía bien arreglada, con su pelo castaño corto cayendo al lado de sus orejas, sus ojos color avellana pintados con una sombra oscura y sus labios de un tono marrón opacado. Levantó la vista desde su asiento y me sonrió y me ofreció asiento.

—Buenas señorita Madison; ¿cómo está todo?

—Todo bien directora, gracias por preguntar— le dije con una sonrisa jugando con mis dedos por debajo de la mesa,  estaba nerviosa y ni sé por qué—¿Para que me necesitaba directora?

—Bien, la solicité a que viniera porque quería decirle que ya está de alta.

¿QUÉ? ¿¡Estoy soñando verdad?!

Estaba rígida en el asiento con la boca abierta en forma de O, no podía creerme que por fin ya estoy de alta, no me movía; podía pasar una tormenta eléctrica por delante de mí que ni me daba cuenta (un decir chicos) me sentía feliz hasta que...Keen.