7

274 27 6
                                    

Doyoung se encontraba caminando por los pasillos firmando papeleo que le entregaban 2 o 3 personas a la vez por cada puerta que pasaba, cada uno con algún problema que necesita de la palabra de él. Aunque contestaba bastante habilidoso como si estuviera acostumbrado de toda su vida a este tipo de ajetreo, su mirada era bastante afilada, como si pudiera cortar todos esos papeles sólo viéndolos.

Cuando una mujer salió de una habitación y se le acercó caminando un poco más atrás de él:—Jefe Kim.

Doyoung no parecía haberse dado cuenta de que tal mujer estaba atrás suyo hasta que ella habló,—Ah, Yoohyeon. Hola, ¿Sucedió algo?

Yoohyeon soltó una risa nasal:—En efecto sí, hay alguien importante esperándolo en la sala de conferencias. Por favor sea prudente.

Doyoung se tensó. Yoohyeon era su secretaria más confiable, estuvieron juntos desde que eran niños que apenas sabían sobre los problemas del mundo y si ella decía que fuera prudente, o que había alguien aparentemente importante esperando por él significaba que...

Le pasó los papeles que tenía en los brazos a Yoohyeon y salió corriendo como si no tuviera más responsabilidades a mano hacia la dichosa sala de conferencias. 

Cuando llegó casi que tira la puerta de una patada, con el corazón a mil y la respiración entrecortada se encontró con un hombre.

El hombre que le dio la vida.

Ni siquiera podía llamarlo "papá".

Rápidamente reincorporó sus emociones, sin dejar rastro de algún nerviosismo, dejando su mirada vacía. Organizó la corbata que tenía puesta y soltó un suspiro cerrando la puerta.

—Doyoung.

—Qué quieres.

Los dos hablaron al mismo tiempo y el ambiente se volvió tenso, el hombre mayor habló:—Primero lo primero, escuché qué hay un nuevo individuo aquí.— las pupilas de Doyoung se dilataron. Ja, parece que te enteras muy rápido de las cosas, rió sarcásticamente.

—¿Eso por qué debería de interesarte? Es mi problema. Soy el que está a cargo de esta estación.

—Veo que estás bastante a la defensiva Doyoung. No vengo a reclamarte que integres a una nueva persona aquí, te reclamo qué harás con ella. Recuerda para qué está creado todo esto, y para qué estás tú aquí.— el hombre hablaba muy tranquilo y eso tensaba más a Doyoung, ya sabía para donde iba esto.—Recuerda de dónde vienes.

—Ya lo sé, todo eso me lo sé de memoria. Desde que era apenas un engendro que ni sabía hablar bien. —Doyoung interrumpió. — Ya tengo algo planeado, déjamelo a él a mi y no lo toques de ninguna manera. Te lo prohíbo.

Jajaja ¿Me prohíbes algo a mi? — finalmente el hombre rió desafiante, tosió un poco y continuó:— Doyoung sabes muy bien quién soy y tú lugar; pero ya que me estás "prohibiendo" algo, supongo que no debería meterme ahí.

Doyoung lo miraba como si pudiera descuartizar al otro hombre en esa sala ahí mismo, con sus propias manos. Una sed de sangre inmensa.

Si él realmente tocara a JungWoo...

—Lo segundo, necesito que en un rato te deshagas de alguien que está interfiriendo en mis cosas. Es realmente molesto, por lo que tuve qué venir hasta aquí a pedírtelo personalmente.— despreocupadamente se arregló los guantes blancos que traía.

—Ah, realmente tratan de entrar en la señal de voz privada de esta estación... ¿Detalles?

...

JungWoo seguía en su oficina, no se había movido ni un centímetro del sofá. Viendo descuidadamente la ciudad desde la vista que tenía, estaba tirado como una estopa de papas.

Revisó su celular.

Tienes 27 llamadas perdidas de Jiyu.

JungWoo hizo como si esa notificación no existiera, ¿Por qué el estúpido de Doyoung se demorará tanto?

Como si lo hubieran invocado, Doyoung entró y los dos se vieron. 

Se quedaron estáticos viéndose por un largo rato, nadie se movía, nadie decía nada. Sólo estaban ahí así, mirándose.

Finalmente, Doyoung bajó la mirada y caminó hacia JungWoo. Lo agarró de los hombros y lo sentó, JungWoo se tensó inmediatamente, básicamente por que Doyoung lo estaba agarrando realmente muy fuerte y sus hombros dolían; aún así no se quejó.

Doyoung estaba cabizbajo, cuando de la nada agarró violentamente del cuello a JungWoo, tirándolo al sofá otra vez.

—Do...young...

Doyoung estaba asfixiando a muerte a JungWoo, pero él no estaba asustado a morir por  alguna razón, y tampoco estaba intentando parar al contrario, cuando finalmente pudo respirar bien. Doyoung aunque ya no estaba haciendo presión, no quitó su mano del cuello de JungWoo, y tiró de la camiseta del otro hombre, para finalmente besarle bruscamente. Sus dientes chocaron y dolió un poco, Doyoung tenía la mirada perdida, cerró los ojos, cayendo encima de JungWoo mientras lo besaba.

Doyoung pesaba bastante, y JungWoo, intentando apartarlo, lo agarró del antebrazo. Casi accidentalmente sintió unas marcas extrañas en las muñecas de Doyoung intentando alejarlo, subiendo sus mangas; ahí fue cuando Doyoung finalmente reaccionó y se alejó rápidamente del contrario, bajándoselas sin dejar ver nada a JungWoo.

—No vuelvas... a hacer eso. — susurró, mientras se arreglaba un poco, todavía ido.—Quédate aquí, o haz lo que quieras. Tengo un trabajo bastante pesado hoy, me voy.—y cerró la puerta detrás de él.

Yoohyeon lo estaba esperando parada detrás de la puerta.—¿Ya está listo, Jefe Kim? 

—Sí, se hace tarde. —dijo mientras se colocaba un chaleco, aparentemente antibalas color negro, caminando por el largo pasillo.—¿Trajiste lo qué te pedí?

—Obviamente—sacó unas cuantas armas, chicas a pequeñas de quién sabe donde, entregándole una a Doyoung. — No debió poner la oficina de ese hombre cerca de todas estas habitaciones llenas de armas y cosas importantes, Jefe Kim. —comentó deliveradamente.

—No hagas comentarios innecesarios Yoohyeon.





jeje hola...  

no soy de poner notas al final de los capítulos pq se me hace #Cringe (sin ofender a meatbun) y no es como si mucha gente me leyera xd  pero quería aclarar unas cosas, como q SI!! esta historia tiene un poco de mafia y esas cosas y q los próximos caps van a tratar más sobre doyo pq realmente me gusta más su personaje q el de jungwoo ((él también tendrá sus capítulos así btw 


inmundicia  |  dowooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora