Sí, capitán!

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Luego del almuerzo y la sorpresa, mi capitán nos lleva al hotel, me miraba constantemente para luego negar con la cabeza y una sonrisa en sus labios.

—Por qué traes el vaso?

—Es el cuerpo del delito, no pienso dejarlo.

—El cuerpo del delito?

—Sí, aquí dice que oficialmente somos novios, es por si se le olvida.

—Te aseguro que no lo olvidaré.

—No importa, será hermoso tenerlo en casa, y cada vez que lo vea, recordaré la manera más romántica que mi capitán me ha pedido que sea su novio.

—Eres tierno, sabes?

—Lo sé —Sonrío contento —Kao siempre me lo dice.

—Y solo son amigos? Cuando los ví, en verdad la manera en que te veía se notaba estar enamorado.

—Kao, es muy protector, cree que debe cuidarme toda la vida. Prometió hacerlo desde que tuve 17 años.

—Estaré tranquilo si solo es un cariño de hermanos.

—Lo es, en verdad lo amo como un hermano. No sé que hubiera pasado de mí, si no lo tenía.

—Es así de profundo?

—Lo es, cuando--- cuando mis padres murieron fue la única persona que estuvo para salvarme.

Detiene el auto bruscamente.

—Tus padres, están muertos?

—Sí, fue a la salida de mi graduación de la secundaria. Ellos iban a la casa y yo me había quedado a celebrar con los demás. Si sabía que esa sería la última vez...

—Lo siento. Yo no--

—Está bien. Los extraño mucho — Hablar de mis padres siempre me causa tristeza, me hacen mucha falta.

—Y cómo fue que te salvó?

—Mmm es una larga historia.

—Quiero conocerla, quiero saber todo de ti, Gulf.

—Te lo contaré en otro momento, no quiero arruinar el hermoso momento.

—Está bien, pero en verdad quiero saberlo.

—Sigues celoso?

—Un poco, tal vez.

—No deberías.

Pone en marcha de nuevo el auto. Mientras subíamos al elevador no decía nada. Yo pensaba si era conveniente que sepa todo de mi, no es que quiera ocultarlo, pero no es algo del que me agrade hablar.

Al abrir la puerta, me deja entrar para luego cerrarla con llave.

—Será mejor ducharme antes de irnos, no cree capi--

Antes que terminara de decir lo que tenía pensado, me toma del brazo haciéndome girar bruscamente, con una mano en mi cintura y la otra en mi cuello me arrastra a un beso desenfrenado.

—Ahh capitán —Susurro entre sus labios mientras rodeaba su cuello con mis manos.

—He deseado hacer esto desde que salimos en la mañana.

—Y por qué no lo hizo

—No puedo quitarte la ropa en la calle, morirás de frío.

—Ahh —Su lengua entra a mi boca provocándome —es mi premio?

—Lo es

Entre besos y quitándome la ropa nos guía hasta la habitación para subir en la cama donde habíamos pasado la noche.